El arte de la seducción mantiene
las esencias tradicionales. Aún cuando la sociedad se mueve a velocidad de
vértigo, en cuanto a la equiparación de hombres y mujeres, la seducción se
mantiene inamovible en sus valores más arcaicos.
En mi continuo interés por ofrecerte nuevas teorías y por
pulir tus habilidades de seductor profesional, hoy te voy a hablar de una nueva
teoría referente al arte de la seducción.
Estás en una discoteca con unos amigos. Junto a la barra
apuráis una última copa, mientras observáis el lugar tratando de decidir quién
será vuestro objetivo de la noche.
Los martes no me gustan. No
generan la depresión del lunes, ni la esperanza del miércoles. Y, por supuesto,
no son ni jueves, ni viernes, días de encanto nocturno, por no mencionar los
nunca bien ponderados sábados y domingos.
Las mujeres son seres celosos por
naturaleza. Es cierto, que existen excepciones a esta regla, pero puedes estar
seguro de que la inmensa mayoría de las mujeres son celosas.
Ahora que conoces algunos espero
que no vuelvas a caer en ellos, porque el conocimiento es el camino más rápido
para la superación de falsas realidades.
Repasando boletines anteriores,
recordarás que el confort es un elemento esencial para conseguir seducir a una
mujer. Tienes que crear el ambiente necesario de confort para que ella se
sienta cómoda contigo, se relaje, y se deje seducir.
La Navidad ha llegado a nuestras
vidas, y tiene pensado quedarse por, al menos, un par de semanas. Período de
recogimiento y celebración familiar, en el cuál no hay cabida para la
seducción.
No sé
a ti, pero a mí la lluvia me entristece. Me quita las ganas de hacer cosas, y
solo quiero estar en casa sin hacer nada, tumbado en el sofá y viendo cualquier
programa basura de la televisión.
Las fiestas navideñas se acercan
y con ellas las inefables cenas de empresa, esos lugares de encuentro entre
trabajadores que comparten el día a día de su rutina laboral.
Siguiendo con nuestra serie sobre
la comunicación, hoy abordaré uno de los mitos más extendidos en nuestra
sociedad, y que afecta, sobremanera, a la seducción.