¿Qué Es La “Teoría Del Aro”?

En mi continuo interés por ofrecerte nuevas teorías y por pulir tus habilidades de seductor profesional, hoy te voy a hablar de una nueva teoría referente al arte de la seducción.

La teoría del aro.

¿Qué es la teoría del aro?

Las mujeres que estés intentando seducir te ofrecerán AROS para comprobar si pueden conseguir que tú saltes a través de ellos.

¿Has ido alguna vez al circo?

Supongo, entonces, que habrás visto esos leones saltando a través de aros encendidos en fuego sostenidos por el domador.

¿Los recuerdas?

Bien, porque algo así es lo que las mujeres hacen contigo.

Ellas son como el domador, sosteniendo el aro, mostrándotelo y comprobando si conseguirán que tú saltes por él.

Pero, ¿cómo nos muestran los aros las mujeres?

Veámoslo con un ejemplo:

TÚ: Verás, llevo un rato mirándote y creo que quedas catalogada como la chica más atractiva de esta discoteca.

ELLA: ¡Vaya! ¿Eso es lo mejor que has encontrado para acercarte a hablar conmigo?

TÚ: No, de hecho, tengo alguna otra mejor, pero para poder utilizarlas necesitaría pagar derechos de autor, y últimamente se están poniendo por las nubes.

ELLA: Sí, algo he oído. Está bien, analizada la situación con más detalle, reconsideraré mi réplica. 

TÚ: ¿Y cuál será tu nueva réplica?

ELLA: ¿Qué te parece la siguiente? ¡Vaya! ¿Y qué jurado me ha dado ese galardón?

TÚ: Un jurado presidido por mí mismo, y formado única y exclusivamente por mí mismo.

ELLA: Bien, entonces, supongo que debería de agradecer al jurado el privilegio.

TÚ: ¿Y cómo tienes pensado agradecérmelo?

ELLA: Había pensado en dejarte invitarme a una copa. …

Ahí está.

¿Lo ves?

Un acto tan sencillo como ofrecerte que le invites a una copa es un aro que te está mostrando para ver si estás dispuesto a saltar.

Supongo que ahora estarás pensando en toda la cantidad de aros que las mujeres te han ido mostrando a lo largo de tu vida, y de los que tú ni siquiera te has dado ni cuenta:

-   “¿Me puedes sujetar el bolso?”

-   “No, no tengo novio. ¿Quién me va a querer a mi?”

-   “¿Por qué has hecho eso?”

En el primer ejemplo, ella te ofrece un aro claro, para comprobar si harás lo que ella te pida en cada momento.

En el segundo, ella te lanza un anzuelo para que le digas lo maravillosa que es.

Mientras, que en el tercero ella está intentando que expliques tu comportamiento o que te disculpes ante ella.

¿Ves como funciona la teoría del aro?

En pocas palabras, ella “quiere comprobar si pasarás por su aro”.

¿Qué sucede si pasas por el aro?

Se estará produciendo un doble efecto.

Por un lado, ella estará complacida, ya que estás haciendo algo que quería que hicieses, por lo que estará contenta con lo que está sucediendo.

Eso es bueno para ti.

Pero, por otro lado, ella perderá interés por ti, por lo que estarás perdiendo tus oportunidades de lograr seducirla.

Y eso, es malo para ti.

¿Qué puedes hacer entonces?

ENTRAR EN EL JUEGO.

¿Qué quiero decir?

Como te he dicho antes, al saltar dentro de su aro se genera un doble efecto, uno positivo y otro negativo, y la dominación de uno sobre el otro depende de la chica en cuestión.

Por tanto, no se trata de algo que puedas medir, es decir, se aleja de nuestra pretensión de buscar comportamientos certeros en todas las situaciones.

Así que lo que tienes que hacer es entrar en su juego, utilizar la teoría del aro en tu beneficio.

¿Cómo se hace eso?

Tienes varias opciones.

Opción 1: Ella te ofrece un aro por el que espera que pases. Tú pasarás por él, pero para equilibrar los efectos le harás a ella pasar por un aro tuyo.

Veámoslo con un ejemplo

     

ELLA: ¿Cuántos años tienes?

Ahí lo tienes. Un aro en toda regla, por el que ella espera que tú pases. 

   

  TÚ: Adivínalo.

¡Bien! En lugar de pasar por su aro, le has planteado a ella un aro tuyo. Ahora ella tendrá que entrar en tu juego. 

     ELLA: Veintiséis.

TÚ: Casi, tengo veintisiete, pero me alegra que pienses que aparento ser más joven.

     ELLA: (Sonrisa).

¿Ves como funciona?

Has entrado por su aro, pero le has obligado a ella a pasar también por el tuyo, así que has equilibrado el efecto final.

Opción 2: Devuélvele el aro. Usa el propio aro que ella te ofrece para hacerlo girar en tu favor.

Veámoslo, de nuevo, con un ejemplo.

     ELLA: ¿Me invitas a una copa?

Este es uno de los aros más típicos. Con ello, las mujeres descubren muchos aspectos de los hombres que intentan seducirlas.

Entonces, para evitar los riesgos de una potencial respuesta equivocada, puedes utilizar ese propio aro en tu beneficio.

¿Cómo?

TÚ: Invítame tú a una, y ya veremos si te invito yo a otra.

Con ello consigues que ahora sea ella la que tenga la disyuntiva de pasar o no por el aro.

¿Qué te parece?

Opción 3: Simplemente, ignora el aro. Pretende que no escuchaste el aro, o que no entendiste lo que dijo. Con ello conseguirás evitarte el problema y que ella no se moleste.

¿Cómo lo puedes hacer?

Muy sencillo, simplemente cambia de tema de conversación.

Algo así como lo siguiente:

 ELLA: ¿Cómo puedes llevar una camisa como esa? 

TÚ: ¿Sabes? El pasado fin de semana estuve con unos amigos…

Simplemente, tienes que asegurarte de que el nuevo tema de conversación que propones es lo suficientemente interesante como para que ella no insiste en el aro que te ofreció.

¿Ves como funciona el juego?

Con estas tres posibles estrategias estarás a salvo de los peligros de sus aros. Estarás dando la vuelta a la situación, poniéndola a tu favor.

Por último, déjame que te explique un aspecto esencial en la teoría del aro.

CUANTO MÁS EVIDENTE SEA EL ARO QUE ESTÁS MOSTRANDO, MENOS

PROBABLE SERÁ QUE ELLA SALTE

Es decir, si le muestras un aro demasiado evidente, ella sabrá que la estás desafiando y se pondrá a la defensiva, con lo que tu aro perderá todo su efecto.

Para que te hagas una idea, veamos un ejemplo sencillo.

Imagínate que estás en la discoteca y es hora de marcharse, así que le pides a una chica que te alcance la chaqueta:

TÚ: Oye, perdona, ya que estás al lado, ¿te importa acercarme la chaqueta?

ELLA: ¡Claro!

Se trata de un aro sencillo, y no excesivamente evidente. Ella está al lado del lugar donde está tu chaqueta, así que no lo verá como un aro.

Sin embargo, veamos la siguiente situación:

TÚ: Oye, perdona, te importa levantarte y acercarte a donde está mi chaqueta para traérmela.

Ahora, tu aro es demasiado evidente. Ella está sentada junto a ti, así que ambos podríais traer la chaqueta. Ella notará rápidamente el aro, y se pondrá en posición defensiva.

Así que, asegúrate de que tus aros no son evidentes, si quieres que éstos conserven su efectividad.

Bien, ¿qué te parece la teoría del aro?

Si lo planteas de la manera adecuada, y sabes jugar tus cartas, es una teoría apasionante de la que podrás sacar un gran provecho.

Acostúmbrate a jugar con ella hasta que la domines absolutamente, y empezará a jugar en tu favor.

Ante todo, y como siempre te digo, practica, practica y practica.