Una vez más, retomo el tema de la conversación y comunicación con las mujeres, porque sé de tu interés en el mismo.
En el fondo, una de las claves del arte de la seducción radica en tu mayor o menor destreza a la hora de comunicarte con tu objetivo, por lo que se convierte en un asunto especialmente relevante.
Antes de entrar en materia, presta atención al siguiente ejemplo.
Estás en la cola del supermercado, y has ido con un sobrino tuyo, que tiene 6 años. Justo delante de ti, hay una mujer realmente atractiva con una niña de una edad similar a tu sobrino.
Entonces, los niños comienzan a jugar entre sí, y tú comentas:
TÚ: ¡Qué facilidad tienen los niños para hace amigos!
ELLA: ¡Es verdad! Con la edad se complica todo, pero cuando tienes la suya, todo es muy fácil. Basta con estar en el mismo lugar, a la misma hora, para ser amigos y poder jugar a cualquier cosa.
TÚ: ¿Cuántos años tiene tu hija?
ELLA: ¡Oh, no! No es hija mía, es solo mi sobrina. Tiene 5 años, y ¿tú hijo?
TÚ: Bueno, pues igual que tú, solo es mi sobrino, y tiene 6 años.
ELLA: Es un error común, ¿verdad? Ves a una persona con un niño, e inmediatamente das por hecho que es su hijo.
TÚ: Totalmente cierto, ¡qué injusta es la sociedad!
ELLA: (Sonrisa)
TÚ: (Silencio)
ELLA: (Silencio)
TÚ: Tu sobrina parece muy avispada, debe de ser de las primeras de su clase.
ELLA: Sí, siempre ha sido muy lista, ¡ha salido a la tía!
TÚ: (Sonrisa)
…
¿Qué problema has detectado en esta conversación?
No has sido capaz de aprovechar el confort generado con tu primer nudo conversacional, para llevar la conversación hacia otros temas.
¿Lo ves?
Si no lo tienes muy claro, te aconsejo que te repases los boletines anteriores, en los que ya te he hablado de los nudos conversacionales.
Pero, analicemos la conversación en detalle.
¿Cómo debería funcionar una conversación?
Si te paras a pensar, te darás cuenta que todas las conversaciones se originan de una manera similar, y es a través del CONTEXTO SITUACIONAL.
¿Qué es el contexto situacional?
Es el ambiente, la situación o el entorno en el que te encuentras junto a la persona con la que vas a mantener la conversación. Entonces, la conversación se inicia basándose en ese contexto.
Vamos a ver algunos ejemplos:
1. Paseando al perro
Si estás paseando a tu perro por el parque, y te encuentras con una chica atractiva con la que te apetece hablar, es más que probable que tu conversación se inicie a través de tu perro. Especialmente, si ella también está paseando a su mascota. Algo así como lo siguiente:
TÚ: ¡Vaya! ¿Qué perro tan precioso? ¿Es un labrador?
ELLA: Sí, sí que lo es. El tuyo también es genial, parece tan activo.
El contexto es el parque, y la situación es dando un paseo con tu perro, por tanto, el contexto situacional es dando un paseo por el parque con tu perro.
2. En la biblioteca
Estás estudiando en la biblioteca en plena época de exámenes, cuando te das cuenta de que te falta un libro. Te levantas a buscarlo, y en el mismo pasillo donde se encuentra el libro que buscas, te encuentras con una chica, con la que comienzas a hablar:
TÚ: ¡Qué desespero de exámenes! ¡Parece que no terminan nunca!
ELLA: Ya te digo.
TÚ: Al menos, psicología es una asignatura interesante.
ELLA: Sí, eso es verdad, y no se puede decir lo mismo de todas.
Ahora, el contexto es la biblioteca, y la situación viene dada por los exámenes, por tanto, el contexto situacional es estudiando en la biblioteca para los exámenes.
3. Esperando el autobús
Te acercas a una parada de autobús, y al llegar te encuentras con que sentada en su banco se encuentra una chica atractiva. Así que comienzas a hablar con ella:
TÚ: Buenos días, ¿ha pasado ya el 115?
ELLA: No, todavía no.
TÚ: Bien, porque no conozco la frecuencia entre autobuses en Madrid.
ELLA: A esta hora del día suelen pasar cada 10 minutos.
TÚ: Bueno, pues entonces no era tan grave si lo hubiera perdido.
ELLA: (Sonrisa).
Nos encontramos, en esta situación, con que el contexto es la parada de autobús, y la situación es tú esperando la llegada del próximo, por tanto, el contexto situacional es esperando al autobús en una parada.
¿Tienes claro el concepto de contexto situacional?
Yo creo que sí, por lo que no te mostraré más ejemplos.
Así que, y como te decía antes, todas las conversaciones comienzan basadas en este contexto situacional.
¿Cuál es el problema?
El problema surge cuando se pretende mantener este contexto situacional por demasiado tiempo. Se provoca pérdida de interés en la conversación, y aburrir a la otra parte.
Por ejemplo, en la primera conversación que te mostraba, la del supermercado y los niños, el hombre no supo aprovechar el confort generado con su primera parte de la conversación basado en el contexto situacional.
Entonces, llegó a un punto en el que ambos guardaron silencio, porque la primera parte de su conversación había llegado a su fin.
¿Qué debería de haber hecho?
A partir de un nudo conversacional debería de haber iniciado un nuevo camino para la conversación.
¿Qué hizo?
Cómo no supo que decir, volvió al contexto situacional, con el problema de que a esas alturas de la conversación ya no es tan efectivo.
¿Ves la diferencia?
Bien, pues tú, como seductor profesional, debes aprender a utilizar los nudos conversacionales, de forma que puedas saltar de un tema de conversación a otro, y siempre con una conexión entre ellos.
De esa forma, conseguirás que ella esté siempre atenta a tus palabras, porque estará pasando un buen rato contigo, y no esté deseando que te marches.
Recuerda que, como ya te he dicho en otros boletines, tienes que saber reconocer cuando un tema de conversación está muerto, así que no cometas el error de retomarlo.
Además, al introducir múltiples temas de conversación estás generando confort, el cuál te será de gran ayuda en tu escalada de kino.
¿Cómo generas ese confort?
Muy sencillo.
Si conversas con ella, y en todo momento la conversación es interesante, y ella se siente partícipe de la misma, se sentirá cómoda. Se producirá la sensación de que os conocéis desde hace mucho tiempo, y ella comenzará a confiar en ti.
Sin embargo, si tu conversación decae y ella siente que se está aburriendo contigo, estarás muy lejos de generar confort.
¿Qué te parece?
Bien, ahora vamos a retomar uno de los ejemplos que te mostraba y lo voy a completar con una conversación múltiple.
Utilicemos, por ejemplo, la conversación de la biblioteca:
TÚ: ¡Qué desespero de exámenes! ¡Parece que no terminan nunca!
ELLA: Ya te digo.
TÚ: Al menos, psicología es una asignatura interesante.
ELLA: Sí, eso es verdad, y no se puede decir lo mismo de todas, por lo menos en mi carrera.
(NUDO CONVERSACIONAL: “mi carrera”)
TÚ: ¿Qué estudias?
ELLA: Estoy haciendo económicas, pero he tomado psicología de libre elección, porque siempre me ha atraído.
(NUDOS CONVERSACIONALES: “económicas”, “siempre me ha interesado la psicología”)
TÚ: ¿Y cómo es que no estudiaste psicología?
ELLA: No sé, supongo que no me atreví. No me veía a mi misma como psicóloga, para eso hay que ser argentina, ¿no?
TÚ: (Sonrisa) Eso dicen.
ELLA: Así que nada, al final me decanté por económicas, porque me imaginé que tendría más futuro.
TÚ: ¿Y te arrepientes de haberte decantado por económicas?
ELLA: No, la verdad, es que está bastante bien. Tiene asignaturas que son un auténtico coñazo, pero supongo que todas las carreras las tienen.
…
¿Ves como puedes utilizar los nudos conversacionales para iniciar nuevos temas de conversación?
Y como te decía en el artículo que dediqué específicamente al tema, las posibilidades son infinitas.
Así que, no te quedes anclado en tus frases de contexto situacional, y aprovecha los nudos conversacionales para saltar a nuevos y apasionantes temas.
Ella te lo agradecerá, y tú tendrás más éxito con ello.
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