Toda conversación entre dos
personas tiene dos partes bien diferenciadas:
1. Lo
que se dice
2. Lo
que no se dice
Y tan importante es dominar uno
como otro, especialmente en el arte de la seducción.
Hasta ahora me he estado
centrando en explicarte como debes manejar lo que dices, como utilizar
diferentes estrategias para dirigirte a tu objetivo, y conseguir así el éxito
final.
Pero si quieres convertirte en un
auténtico seductor profesional, debes de aprender a manejar, también lo que no
se dice.
A conseguir que todo eso que
queda en el aire, que puede ser o no ser, que nadie ha dicho pero ahí ha
quedado, esté de tu parte y no en tu contra.
Porque en la comunicación
seductiva hay una máxima esencial:
EL
QUE DOMINA LO QUE NO SE DICE, DOMINA LA SITUACIÓN
¿Por qué?
Porque si utilizas lo que no se
dice, podrás lanzar ataques y, dependiendo de su mayor o menor éxito, tendrás
la oportunidad de reivindicarlas como tuyas o rechazar que lo hayas dicho.
Con ello ganas poder.
El poder de aprovecharte de lo
que consigas y de negar aquello que se vuelva en tu contra.
Por tanto, tienes que aprender a
dominar lo que no se dice.
Para ello, debes comenzar por
comprenderlo en detalle.
¿Qué es lo que no se dice?
Son asunciones, significados
ocultos, indirectas, dobles sentidos,…
Por ejemplo, imagínate la
siguiente conversación.
Estás en una discoteca, y tras
llevar un rato hablando con una chica, ella se marcha al baño e,
inmediatamente, regresa.
Entonces, tú le dices:
- ¡Ya
estás aquí! ¡Qué rápida! ¿Eres igual de rápida para todo?
Este es un doble sentido muy
típico. Con una simple pregunta has podido querer decir:
- ¿Eres
rápida en todo lo que haces, con lo que ganas mucho tiempo?
-
¿Eres rápida dejándote seducir por los chicos?
- ¿Eres
rápida en alcanzar el clímax sexual?
Y cualquier otro significado que
se te ocurra.
Como ves, con una simple frase
has podido significar multitud de aspectos, sin hacerlo en realidad.
Así que, si ella te sigue el
juego, habrás dado un gran paso hacia delante en la generación de confort.
Pero, si ella se muestra ofendida
por tu comentario, siempre podrás alegar que no lo dijiste con mala intención,
y que, simplemente fue un malentendido.
¿Ves como funciona el juego de lo
que no se dice?
Pues, ahora tienes que dominarlo.
Nunca dejes que tu objetivo
controle lo que no se dice, que se lo lleve a su terreno, o que sea ella la que
decide que tipo de doble juego se lleva en vuestra interacción.
¿Por qué?
Porque si ella consigue
imponerse, perderá interés por ti.
Las mujeres son así.
Te pondrán a prueba para
comprobar como respondes a sus desafíos (recuerdas la teoría del Aro).
Si
te dejas vencer por su dominio, y entras en su juego de lo que no se dice, ella
creerá que no eres merecedor de su aprecio.
Sin embargo, si no te dejas
doblegar e impones tu criterio, ella te respetará, y habrás avanzado en tus
posibilidades de éxito.
¿Por qué sucede de esa forma?
Porque las mujeres se sienten
atraídas por hombres superiores a ellas.
Si una mujer se encuentra con un
hombre de menor valor que ella, ya sea física o intelectualmente, ese hombre no
tendrá nada que hacer.
Ya sé, ya sé. Me dirás que has
visto a muchas mujeres realmente atractivas con hombres que no lo eran.
Pero no te engañes.
Seguro que esos hombres tienen
una cualidad en la que superan con creces a las mujeres con las que están, y
ello ha provocado que ella se sienta atraída por él.
Así es como funcionan las
mujeres.
Los hombres que tienen un valor
superior a ellas les parecen atractivos.
Funcionan de una forma inversa a
la de los hombres, los cuáles, en general, se sienten atraídos por chicas de un
valor inferior.
Ahí está la clave del
emparejamiento hombre-mujer.
¿Ya está?
No, no te creas que es tan
sencillo.
No se trata, tan solo, de
conseguir dominar lo que no se dice cuando interactúas con tu objetivo, no.
Recuerda que en los lugares de
seducción no te encuentras solo, y si tú te has sentido atraído por tu objetivo
habrá, al menos, otro hombre que también la persiga.
¿Cuál es el problema?
Qué él también tratará de
conseguir dominar lo que no se dice, cuando hable con ella.
¿Cuál será tu objetivo?
Hacerte con el dominio.
Utiliza los doble sentidos en
contra suya, y prepárate para replicar con ingenio y sin ofensas directas.
Si consigues vencer a tus rivales
en este juego, tendrás mucho ganado ante ella.
Por ello, un seductor profesional
no rehuye la confrontación con los rivales.
Un seductor profesional la busca,
porque sabe que tiene las de ganar.
Porque ha hecho los deberes y se
ha preparado una larga lista de posibles conversaciones, con sus réplicas y sus
dobles sentidos, sus indirectas, sus asunciones,…
Todo lo necesario para triunfar
en la batalla de lo que no se dice.
¿Y qué tienes que hacer tú?
Exactamente eso.
Enciérrate en tu habitación, o en
tu despacho, o en tu salón, o donde te concentres mejor, y trabájate el
material.
Prepárate posibles conversaciones
con tu objetivo.
Prepárate posibles conversaciones
con amigas.
Prepárate posibles conversaciones con rivales.
Y luego, busca los dobles
sentidos en cada frase.
Estúdialos e interiorízalos, de forma que los hagas
tuyos, y consigas que te salgan de una manera inconsciente, sin tener que
buscarlos deliberadamente.
Como bien te habrás dado cuenta,
todo este juego del dominio de lo que no se dice está muy entroncado con el
arte del flirteo.
¿Lo recuerdas?
Lo analizamos al principio de
nuestra serie de boletines, así que te recomiendo que repases esos boletines.
Y aplícalo de manera directa a tu
dominio de lo que no se dice.
Así conseguirás tener el control
de la situación, porque recuerda:
EL QUE DOMINA LO QUE NO SE DICE, DOMINA LA
SITUACIÓN
Ahora, cuando termines de leer el
boletín, búscate el material que te comentaba.
Y no salgas de casa hasta que lo
tengas depurado.
Y cuando lo tengas depurado,
repítelo hasta la saciedad, hasta que sea algo inherente a ti.
Después, practícalo con tus
amigas, una y otra vez.
Notarás, como al final de todo el
proceso, tus interacciones con tus objetivos se enmarcan en un contexto
diferente.
En el contexto de tu dominio
absoluto.
Comprenderás,
entonces, que se siente al ser un seductor profesional, y ya solo te quedará
pulir algunos pequeños detalles.
Verás la diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario