CONVERSACIONES SEDUCTIVAS

ALENTAR LA INTROSPECCION

El Sistema DIIS

Adolescentes entre 13 y 17 años

Problema:
Varias veces por semana tu papá o yo tenemos que recordarte que hagas los deberes del colegio. Tú tomas a mal que te reprendamos, y nosotros tomamos a mal que no hagas tus deberes si nosotros no te lo recordamos.

El Sistema DIIS

Adolescentes entre 13 y 17 años

Definir el problema:
Siento curiosidad por saber cómo responderías a este problema. Digamos que discuto con mi socio porque llega tarde al trabajo y se toma días de descanso extra. Pero él considera que cumple con su justa par te del trabajo.

EL NIÑO “DEMASIADO LISTO”

Como cualquier habilidad o recurso, la listeza debe ser bien empleada, y el niño debe servirse de ella con prudencia. Ningún padre desea que su hijo de diez años se vuelva tan estratégico que empiece a maquinar. El niño que se torna “demasiado listo para su propio bien” puede entusiasmarse con su poder para conseguir lo que quiere y hacer que las cosas sucedan en su provecho. Este niño corre el riesgo de volverse manipulador, egoísta y conspirador. Tal vez decida que, para él, el único modo de ganar consiste en tomar atajos. Si pierde perspectiva, toma demasiados atajos y llega a la conclusión de que es aceptable ganar a cualquier precio, podría cruzar fácilmente la línea que separa la honestidad de la deshonestidad.

EL NIÑO QUE SE AUTOEXAMINA

La introspección con un fin determinado permite al niño examinar el terreno emocional al otro lado del puente que comunica sus acciones y sus emociones. Como sus contrapartes adultas, los niños tienden a resistirse a observar sentimientos que perciben como desagradables.

Esta aversión a la autoexaminación es especialmente problemática en el caso de los niños no muy listos, y puede ser motivo de que se “atasquen”.

EL NIÑO ORIENTADO HACIA UNA META

Hay niños que descubren a temprana edad qué es lo que desean hacer de su vida. Se proponen un objetivo y en ningún momento se desvían del curso marcado. Corno definen claramente sus metas y las persiguen de manera inflexible, estos niños intensamente orientados suelen alcanzar éxitos notables. De entre ellos surgen los ganadores de medallas olímpicas, los genios de la computación, los virtuosos del violín, los científicos brillantes, los novelistas aclamados, las primeras bailarinas. Aunque es evidente que están dotados de habilidades especiales, el éxito de estos “supe realizadores” puede atribuirse sólo en parte al talento natural. Para el logro de esos niveles de éxito es igualmente importante la singularidad del propósito y el extraordinario grado de dedicación.