1. Ganar el dinero suficiente para pagar la mitad del precio del auto y la mitad del seguro. Plazo: octubre del año próximo.
2. Conseguir ya un trabajo para el año escolar.
METAS A CORTO PLAZO
1. Conseguir un trabajo en el que paguen al menos
$ 4 la hora. Plazo: 2 de octubre.
2. Trabajar un mínimo de 12 horas semanales durante el año escolar.
3. Ahorrar al menos $ 25 por semana para reunir la suma necesaria para pagar el auto y el seguro.
METAS A MEDIANO PLAZO
1. Trabajar por lo menos 30 horas semanales en el verano.
2. Ahorrar al menos $ 85 para el pago del auto y el seguro.
3. Pagar el 25% del dinero del auto y el seguro para el mes de julio.
Padre: ¿Te parece razonable?
Adolescente: Sí.
Padre: Muy bien Ya has fijado tus metas. Tienes una estrategia para conseguir un trabajo. ¿Qué te falta?
Adolescentes Hacerlo.
Padre: ¡Bien! Si puedo ayudarte en algo, dímelo. Después conversaremos acerca del sistema para establecer metas y cómo se lo puede aplicar a los estudios.
El diálogo anterior presenta una estrategia de comunicación expresamente concebida para alentar la participación activa en el proceso de establecer metas. Se advertirá que el padre no dice: “Jovencito, debes pagar lo tuyo. No puedes esperar que se te dé todo lo que quieres. Cuando yo tenía tu edad trabajaba y contribuía al sostén de la familia”. Con toda seguridad, este enfoque no haría más que provocar una reacción defensiva. Más que sermonear o predicar, el padre muestra al adolescente cómo identificar el problema y cómo establecer metas a largo, mediano y corto plazo para resolver ese problema. Con práctica suficiente, el adolescente puede lograr que la fijación de metas se vuelva par te integrante de su vida. Si hubiera llegado a la conclusión de que su padre se proponía darle un sermón, el chico habría experimentado resentimiento y probablemente se habría resistido a los esfuerzos de su padre.
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