IR DEL PUNTO A AL PUNTO B
Jeremy quería acarrear lo más posible en un solo viaje. No tenía tiempo para hacer “cientos” de viajes desde el coche hasta el lugar del campamento. Mil metros representaban un trayecto interminable para un chico de diez años, pues había bosques que explorar, arroyos que vadear y colinas que escalar. Si podía acarrear en un solo viaje las bolsas de dormir, la mochila, el carbón, la parrilla y las cantimploras, cumpliría con la tarea que su padre le había asignado.