En estos momentos ya eres, prácticamente, un seductor profesional.
Conoces secretos que la mayoría de los hombres desconocen,
sabes esperar las reacciones de las mujeres allí donde ellas nunca te
aguardarían, entiendes las diferentes fases de las relaciones y has aprendido
como pasar de unas a otras.
También tienes claro como comenzar a hablar con una mujer,
y poco a poco vas aprendiendo las frases más útiles.
Pero, ¿te atreves a ir a hablar con una mujer?
¿Te ha pasado alguna vez que te has sentido atraído por una
chica y no te has atrevido a ir a hablar con ella?
No te preocupes, no te pasa a ti solo.
Le pasa a la mayoría de los hombres.
¿Por qué te crees entonces que cuando reconocen tu miedo te
comprenden?
Porque ellos también lo sufren.
Frases como “te iba a decir que no de todas formas”, “hay
miles de mujeres en el mundo” o “no merece la pena acercarse”, simplemente
reflejan el miedo general de los hombres a ir a hablar con las mujeres.
Y, ¿por qué existe ese miedo?
Si lo piensas bien, no debería de existir.
El hombre es un ser social por naturaleza. Necesita
interactuar con sus semejantes para desarrollarse como persona.
Somos criaturas sociales.
Sin embargo, la mayoría de los hombres tienen “miedo al
fracaso”, “miedo al ridículo”.
¿De dónde proviene ese temor?
En primer lugar, decirte que no es un temor verdadero, se trata
más bien de simple pereza.
¿Te acuerdas de tus clases de física del colegio?
¿Recuerdas a un tal Newton?
Bien, pues él decía que “los cuerpos que están en
movimiento, tienden a seguir en movimiento, y los cuerpos que están en reposo,
tienden a estar en reposo”.
Entonces, cuando no te atreves a acercarte a esa mujer que
te vuelve loco es porque estás en una situación de reposo.
Es lo que yo llamo “ZONA DE CONFORT”.
Te encuentras cómodo y seguro.
Conoces tu entorno y lo que va a suceder en los minutos siguientes.
No tienes que preocuparte por nada.
Simplemente, relajarte y disfrutar del momento.
¿Para qué complicarse la vida con lo bien que estás en tu
zona de confort?
En ella, nadie te molesta, estás tú, contigo mismo,
disfrutando de tu propia esencia.
Por ese motivo, cuando te planteas la posibilidad de
acercarte a hablar con esa chica preciosa del otro lado de la barra te entra
pereza.
¿Verdad?
Pues bien, esta es la primera barrera que te encuentras a
la hora de acercarte a hablar con tu objetivo.
Pero no es la única.
Una segunda barrera se te plantea.
Has conseguido vencer tu pereza. Estás dispuesto a hacer el
esfuerzo de abandonar tu zona de confort. Te vas a acercar a esa chica que te
gusta.
Entonces, los latidos de tu corazón se aceleran. Las palmas
de tus manos empiezan a sudar. Se te seca la boca.
¿Qué te está pasando?
Estás asustado.
¿Por qué?
Muchos hombres piensan que este temor está basado en la
posibilidad de rechazo, en el temor de que ella te diga que no.
No es así.
¡Es el temor de perderla!
Y me dirás, ¿cómo voy a tener temor de perderla si todavía no la tengo?
Tienes razón.
Voy a intentar explicártelo.
Cuando ves una chica que te atrae, sientes unas ganas
irrefrenables de estar con ella. Quieres abrazarla, necesitas besarla, porque
la deseas.
¡Ahí está el temor!
Tienes miedo a enfrentarte a la realidad. Cuando sientes el
deseo tienes algo, ¡el deseo de tenerla!, pero si te acercas a ella y te dice
que no, ¿qué tienes?
Simplemente la certeza de no tenerla.
Y ahí es donde se te plantea la segunda barrera que te
impide acercarse a esa chica de la que estás enamorado.
Como tienes miedo de la pérdida, te impides a ti mismo ir a
hablar con ella.
Por tanto, ya hemos descubierto las dos barreras que te
alejan de ser un seductor profesional.
Se trata de dos barreras sucesivas, cuando superas una
aparece la otra:
ZONA DE CONFORT è MIEDO DE PÉRDIDA
¿Cómo superarlas?
El primer paso para superar cualquier barrera es ser
consciente de ella.
Y tú, ahora, ya las conoces.
Entonces, estás preparado para saber como puedes
superarlas.
En primer lugar, tienes que ser capaz de salir de tu zona
de confort.
¿Cómo?
Muy sencillo, tienes que estar preparado para la situación.
Es decir, no dejes nada a tu creatividad en el último momento.
Si vas a salir a una discoteca, prepárate tus frases de inicio, tus historias,
tus lugares y tus técnicas de aproximación.
Si ya tienes todo en mente, no te pondrás excusas a ti
mismo.
Imagínate que ves a una chica que te gusta.
Si no tienes ninguna frase de inicio trabajada, te planteas
a ti mismo que decirla, como empezar a hablar con ella, y eso te genera pereza.
Sin embargo, si ya tienes todo preparado.
Si sabes lo que vas a decir en cada momento.
No tendrás ninguna excusa para no ir a hablar con ella.
En el fondo, no te va a costar ningún esfuerzo.
Así que el haber hecho los deberes en casa, te llevará a
superar esta primera barrera.
La zona de confort se supera con profesionalidad.
Un seductor profesional nunca sale de su casa sin un plan
preestablecido. Trabájate los puntos que te he venido enseñando durante los
boletines, y superarás la primera barrera.
Nunca dejes nada para la improvisación.
Ahora, una vez superada la primera barrera, te enfrentarás
con la segunda.
El miedo a la pérdida.
¿Cómo superarla?
Comencemos por analizar de donde viene tu miedo.
Como te dije antes, el miedo proviene del deseo que sientes
por la chica que tienes enfrente.
Deseas estar con ella por encima de todo, lo cuál te
provoca miedo a perder ese deseo.
Pues bien, para conseguir superar ese miedo debes de ser
capaz de de cambiar tus prioridades.
Es decir, cuando tú vas a hablar con una chica es porque la
deseas. Quieres estar con ella.
Y eso te provoca el miedo.
Para vencer a ese miedo, tienes que cambiar tu objetivo a
la hora de ir a hablar con ella.
No ir a hablar con ella porque quieres estar con ella en un
ámbito sexual, no, vas a hablar con ella porque te apetece tener una
conversación, o porque te ha parecido gracioso algo que ha hecho…
Así tu miedo a la pérdida desaparecerá, porque tu deseo no
está gobernando tus actos.
¿Cómo lo ves?
¿Está más o menos claro?
Tienes dos barreras que te impiden acercarte a una chica y
dos soluciones para ellas.
Esta es la teoría, y es conveniente que te la estudies a
fondo y que reflexiones sobre ella.
En el próximo boletín te explicaré como aplicarlo a la vida
real.
¿Podrás esperar una semana más?
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