En los últimos boletines me he
centrado en enseñarte las claves del modelo a la hora de encontrarte con una
chica en una discoteca y conseguir mantener una relación con ella.
Sin embargo, no hay que olvidar
las citas.
Las citas funcionan de una manera completamente diferente,
porque ya tienes a la chica para ti solo, y todo es cuestión de lo bien que
sepas actuar para conseguirla finalmente.
Seguro que hasta ahora no te has
preocupado en exceso de la estructura de tus citas.
Sí, has elegido el restaurante, y
el bar en el que tomarías una copa después, y hasta puede que hayas pensado en
el modo de llevártela a tu piso.
Pero no lo has hecho en detalle.
Y eso es un error. Es dejarlo
todo al azar.
Y ya sabes que un seductor
profesional no deja nada al azar.
Lo tiene todo controlado.
Por ello, es importante que te
crees una estructura detallada de una cita, y que te ciñas lo más posible a
ella cuando te encuentres en la situación.
Esta estructura debe de ser lo
más detallada posible. Atendiendo a cada posibilidad, para que nada te pille
por sorpresa a la hora de la verdad.
Por ejemplo, una buena estructura
podría ser la siguiente:
- Fijación de la cita
TÚ: ¿Sabes? Han
abierto un restaurante de comida tailandesa justo al lado de mi casa, ¿qué te
parece si quedamos algún día para cenar?
ELLA: Suena bien, ¡me encanta la comida tailandesa!
TÚ: Pues no se hable más, ¿qué haces
mañana por la noche?
ELLA: Pues la verdad es que no tengo ningún plan.
TÚ: ¿Quedamos a las nueve?
ELLA: Suena bien,
me paso por tu casa a eso de las nueve, ¿dónde vives?
TÚ: (Dándole la
dirección) Pero si quieres te paso a buscar.
ELLA: No, no te preocupes. Nos
vemos mañana entonces.
TÚ: ¡Hasta mañana!
- 21:00
Tú esperas en
la puerta de la calle y la ves aparecer con su elegancia habitual. Se ha hecho
algo en el pelo que te resulta realmente atractivo.
Tras los
saludos de rigor, le dices que te has olvidado la cartera en casa, y que te
acompañe un segundo, que va a ser algo realmente rápido.
Ella no tiene porque oponerse.
Con este truco consigues que ella se
familiarice con tu apartamento, y que cuando le propongas, al final de la cita,
terminarla allí, a ella no le asuste, no en vano ¡ya lo conoce!
- 21:15
– 23:00
Disfrutáis de la cena, mientras
conversáis amigablemente.
Esta fase es
vital para que consigas construir el confort que relaje sus defensas.
Durante este
período puedes utilizar cualquier truco que a ti te vaya bien.
- 23:00
Le ofreces
tomar una copa en un bar cercano donde hay música en directo.
Evidentemente,
ya te has asegurado de conocer sus gustos musicales, y la banda que toca en el
bar que le estás ofreciendo ir toca la música que a ella le gusta.
Ella duda,
porque al día siguiente tiene que trabajar, pero en cuanto le comentas el tipo
de música que va a escuchar, ella accede encantada.
- 23:30
– 00:30
Al final del
todo, la banda era realmente buena, y ambos disfrutáis de la música.
Durante el concierto, entrecruzáis
miradas cómplices con medias sonrisas. ¡Ella está disfrutando!
- 00:30
El concierto
termina, y ambos camináis hacia tu casa, porque tú vives allí, y ella ha
aparcado el coche cerca.
Ahora es el momento clave.
La invitas a subir
a tu apartamento, para tomar la última copa.
Probablemente,
ella negará en primera instancia, alegando que tiene que madrugar.
Pero ahí, tú
tienes que insistir, porque eso es precisamente lo que ella está demandando.
Finalmente, y
si ha disfrutado de la velada, accederá a subir a tu apartamento. Al fin y al
cabo, no lo verá como una amenaza, porque ya conoce el lugar.
- 00:30 – 01:30
En tu piso le
sirves una copa, y juntos os sentáis en el sofá que tienes al lado del mirador
del salón.
Abres la
ventana, y dejas que el frescor nocturno inunde la habitación.
Intentas
derivar tu conversación hacia temas íntimos, aunque siempre tratados desde el
sentido del humor, para no intimidarla.
Mientras
hablas con ella, la tocas de vez en cuando con tu mano, para ir limando la
distancia física.
Finalmente, realizas la aproximación final.
Como ves la estructura está detallada, y puede ser
utilizada para cualquier chica y en cualquier momento.
Simplemente hay que cambiar el
restaurante y el bar, lo demás puede ser igual.
Esto es exactamente lo que tienes que hacer. ¡Crea
tu propia estructura de cita!
Y síguela paso a paso.
Porque si durante tu cita no te
tienes que preocupar por lo que va a hacer a continuación, ya que lo tienes
totalmente estructurado, te podrás concentrar en seducir a tu objetivo.
Recuerda que cuanto más te
distraigas de tu objetivo final (seducir a tu objetivo) menos posibilidades de
éxito tendrás.
Practica una estructura de cita
similar, y comprobarás la diferencia.
En el próximo boletín te ofreceré una estructura similar,
pero para un tipo de cita diferente.
Te hablaré de una cita tipo para
un sábado por la tarde.
Hasta entonces, practica la cita “cena por la noche”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario