¿A las mujeres les gustan los cumplidos?
Definitivamente, sí.
Solo hay que saber el como, el cuando, y el donde lanzar
los cumplidos.
Un cumplido en el momento y la forma adecuados puede
abrirte más puertas de las que tú te imaginas.
Un cumplido erróneo hará que ella se ponga a la defensiva.
¿Cómo saber que cumplidos funcionan y cuáles no?
Muy sencillo.
En primer lugar, olvídate de los cumplidos del tipo:
“Eres tan guapa”
“Eres la mujer de mis sueños”
“Creo que no podría vivir sin ti”
¡Convéncete! La cursilería no funciona en la vida real.
En algunas películas sí, pero ahí fuera se convierte en
patetismo.
No caigas en ese fango.
En segundo lugar, y muy importante, nunca, nunca, nunca,
comentes nada sobre su apariencia física.
¡No funciona!
¿Has notado mis tres “nuncas”? ¿Por qué los utilizo?
Porque es un error muy habitual.
Los hombres tienden a acercarse a una mujer y decirles
cosas del tipo “me gustan tus ojos”, “tienes una sonrisa genial”.
Guárdate todo eso para más adelante.
Ahora la acabas de conocer y es el momento de utilizar
cumplidos que funcionen de verdad.
Entonces, ¿cómo tiene que ser un cumplido que funcione de
verdad?
Un buen cumplido debe de ir dirigido a su estilo, a su
pose, …, a cualquier cosa que la diferencia de las demás chicas.
¿Por qué?
Porque ella habrá elegido ese algo que la diferencia, y el
hecho de que tú te hayas dado cuenta le hará sentirse bien consigo mismo y, lo
que es más importante, contigo.
¿Lo ves?
Tienes que empezar a aprender a observar. Analizar las
mujeres de tu entorno y comienza a notar esas pequeñas diferencias entre unas y
otras.
Puede que sea algo tan evidente como el color del pelo,
pero también puede ser algo más sutil, como el no combinar el bolso con los
zapatos.
Confía en mí, para las chicas esas cosas son importantes.
Si eres capaz de darte cuenta de ese hecho o esa actitud que
ella ha elegido para diferenciarse del resto de chicas, y se lo dices, tendrás
mucho camino andado.
Lanza un cumplido sobre ese hecho diferenciador, y ella
empezará a verte con otros ojos.
Veamos un ejemplo.
Imagínate que estás en un bar de copas y observas una chica
que parece estar aburriéndose. Sus amigas están charlando amigablemente, pero
ella está apartada, como si no se sintiera cómoda. Ahí tienes una clara
oportunidad. Seguramente ella está incómoda porque no le gusta el bar. Ella
preferiría estar en una discoteca con más clase. Así que te acercas a ella:
TÚ: Hola, aunque suene a título de
canción, ¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
ELLA: ¿A qué te refieres?
TÚ: No sé, pareces
una chica elegante, con mucha clase, y no creo que este sea tu lugar. Se te
queda, por decirlo de alguna manera, un poco bajo de nivel.
ELLA: Sí, la verdad es que no me gusta
mucho, pero mis amigas se han empeñado en venir.
¿Ves el juego?
Su hecho diferenciador es el mostrar una actitud elegante,
por encima de la elegancia de sus amigas. Y tú lo has notado.
Ella aprecia ese hecho, y empezará a valorarte más.
Sencillo, ¿verdad?
Así que sal ahí fuera y empieza a usar los cumplidos como
es debido.
Ya me contarás que tal te va.
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