He recibido muchos comentarios positivos por vuestra parte
en relación a los artículos que aparecían en los boletines nº 3 y 4 respecto a
la conversación y sus trucos.
La mayoría me pedíais que profundizara más en el tema de la
conversación, ya que pensáis que es la principal arma a la hora de seducir a
una mujer.
Estoy de acuerdo.
Ser capaz de mantener una buena conversación con tu
objetivo es condición necesaria para poder seducirla, aunque no suficiente.
La conversación debe de ser complementada con multitud de
factores, la mayoría de los cuáles ya han sido tratados en los boletines
previos, y el resto serán tratados en los próximos boletines.
Sin embargo, y como mi objetivo es que crezcas en tu
capacidad seductiva, durante los próximos boletines me dedicaré a ir un poco
más allá en temas de conversación.
¿Qué te parece?
Me alegro que te guste la idea.
En
el boletín de hoy te voy a dar cinco claves
básicas, que bien desarrolladas te
llevarán a lograr
una buena conversación con tu objetivo.
Estas cinco claves son la base de una buena conversación
seductiva, y, a partir de próximos boletines indagaremos más en la esencia de
la conversación.
¿Estás preparado?
Comencemos, pues.
Las cinco claves son:
1. Preguntar
2. Escuchar
3. Halagar
4. Ser
positivo
5. Flirtear
Ahora, vamos a analizar cada clave de manera independiente.
1. Preguntar
Seguro que tienes claro que a las mujeres les encanta
hablar, pero ¿cuál es su tema de conversación preferido?
Ellas mismas.
Las mujeres adoran hablar sobre sí mismas.
¿Y qué puedes hacer tú?
Aprovecharte de ello.
Pregúntale cosas sobre ella, sobre su trabajo, sus
aficiones, sobre su familia,… Cualquier tema es válido.
Durante su conversación ella te irá dando
pistas
sobre lo que quiere ser preguntada. Así que tienes
que estar atento. Por
ejemplo,
ELLA: ¿Sabes?
Cuando estoy aburrida en casa, me encanta acercarme a la biblioteca y pasarme
las horas muertas allí.
TÚ: ¿Ah, sí? ¿Y qué tipo de libros prefieres?
ELLA: Me gustan
todos, ¿sabes?, pero si hay un tipo que me encanta son los de amor.
TÚ: ¿Tienes algún autor en particular
que te guste más que otro? …
Como
ves, no tienes que hacer ningún
esfuerzo conversacional, simplemente hacerle
preguntas sobre lo
que ella te está contando.
Aunque, eso sí, requiere que estés atento a lo que te dice,
lo cuál nos lleva, sin solución de continuidad, a nuestra segunda clave.
2. Escuchar
Las mujeres se vuelven locas por aquellos hombres que las
escuchan.
Así que tendrás que escuchar lo que ella te esté diciendo,
te guste o no.
O mejor dicho, tendrás que hacerla creer que la estás
escuchando en todo momento. Puede que, efectivamente, lo estés haciendo, o
puede que no, pero que ella siempre piense que lo estás haciendo.
Para conseguirlo tendrás que darle respuestas cognitivas
que demuestren que estás prestando atención a la conversación que estás
manteniendo.
Por ejemplo, puedes utilizar el truco de utilizar palabras
y frases modelo, que, para esta situación, serían las del tipo: “Sí, sí”,
“Vaya”, “Ya veo”,…
Por otro lado, otro truco que siempre funciona es el de
tomar las últimas palabras de la frase que ella te diga, y repetirlas en
distinto orden. Así ella entenderá que la estás escuchando.
Es decir,
ELLA: Y entonces
mi jefe me gritó porque no tenía el informe preparado.
TÚ: Mira que gritarte por un informe no
preparado.
ELLA: ¡Exacto! Y eso que no era
culpa mía… …
No solo haces que ella se asegure de que le estás prestando
atención, sino que también apoyas su frase, con lo que se siente entendida por
ti.
¿Ves el juego?
Sin embargo, nunca olvides lo que te explicaba en un
boletín anterior: Tienes que conseguir un ratio adecuado entre hablar y
escuchar.
3. Halagar
¿Te gusta que te digan lo bueno que eres, o la personalidad
tan apasionante que disfrutas, o…?
A las mujeres también.
Sin embargo, la mayoría están cansadas de recibir halagos
insustanciales sobre cuestiones demasiado evidentes. Tu objetivo será evitar
estos halagos.
Es algo parecido a lo que te comentaba cuando hablábamos de
los cumplidos. Tanto un cumplido como un halago pueden ayudarte mucho, pero
sólo si lo haces de la manera adecuada.
Tienes que encontrar ese algo que haga especial a la chica
que tienes delante. O ese detalle de su personalidad del que ella se siente más
orgullosa.
¿Y cómo lo consigues?
Muy sencillo, escuchándola.
Por ejemplo,
ELLA: Vengo de la casa de pobres del
barrio, suelo ir todos los jueves, ¿sabes?
TÚ: ¡Vaya! Me dejas impresionado. La
mayoría de las chicas solo se preocupan por el conjunto que se van a poner el
día siguiente, y tú te preocupas por el prójimo, es algo digno de admirar. …
¿Ves?
Ella se siente encantada de haberse conocido por ir todos
los jueves a hacer sus trabajos de caridad. Y tú se lo reconoces.
Con ello haces que ella se sienta aún mejor.
Eso es un halago efectivo.
4. Ser positivo
A las mujeres les gusta estar con tipos que son ganadores y
de carácter optimista. Y huyen de perdedores y pesimistas.
¿Qué te dice esto?
Simplemente, SÉ POSITIVO.
Busca
el lado positivo de las cosas, y que ella lo
vea. Si durante vuestra
conversación ella nota que
siempre encuentras una perspectiva optimista de
la vida, se imaginará que cuando estéis viviendo
juntos y se os presente un
problema, tú sabrás
solventarlo con tu vertiente más positiva.
Confía en mí, la mente de las mujeres funciona así.
Así que, cuando estés conversando con ella, olvídate de
quejarte por ese jefe que te hace la vida imposible, o por el retraso del
autobús,…, que ella no piense que eres un cascarrabias.
5. Flirtear
La mejor arma seductiva en una conversación es, sin duda,
el flirteo, así que ¡utilízalo!
Repasa los artículos sobre el flirteo de boletines
anteriores y aplica todos los puntos analizados.
Pero, recuerda que si flirtear de manera adecuada te
reportará grandes éxitos, hacerlo erróneamente es sinónimo de fracaso
estrepitoso.
Sólo cinco claves para que te sirvan de guía a la hora de
conversar con una mujer.
En próximos boletines seguiremos adentrándonos en los
vericuetos de la conversación.
Para mí es un tema apasionante, espero que para ti también.
A pesar de la experiencia que adquirimos a través del tiempo, ahí momentos en los que dejamos pasar esos detalles y que son muy importantes volver a recordar,
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