CONVERSACIONES SEDUCTIVAS

Presentación de un conjunto, opciones y elección de entre las mismas

Definición: este mensaje es más complicado que los que he pro puesto hasta ahora ya que implica a ambas personas. Resulta especialmente útil cuando los deseos personales entran en conflicto con los de otra persona. Ambas partes deben reunirse y seguir juntos estos seis pasos:

1. Definir el problema. Cada persona expone su punto de vista y deja que la otra le comunique sus impresiones. Debe continuarse hasta que resulte totalmente claro cuál es el problema.


2. Ofrecer soluciones alternativas, tantas como puedan pensarse, preferiblemente sin evaluarlas.

3. Revisar y valorar dichas opciones.

4. Seleccionar una o un conjunto de ellas para llevarlas a la práctica.

5. Ponerlas en práctica.

6. Reunirse de nuevo y analizar el modo como han funcionado, llevando a cabo todo el proceso de nuevo si es necesaria una mejora.

Ejemplo: el siguiente diálogo entre María y Guillermo ilustra la presentación de un conjunto y elección de entre las mismas.

La tía Marta ha dicho, «Solías venir a vistamos todos los fines de semana. No sé lo que te ha sucedido para que te hayas vuelto tan desconsiderada». María responde, «¿Qué es lo que te molesta tanto de que no venga tan a menudo, tía Marta?». Ella está pidiendo una crítica más específica.

Efectos: la petición de una crítica más específica puede transformar una discusión improductiva en una sesión de negociación productiva. Al pedir una crítica más específica se consigue que la otra persona diga exactamente cuáles son las conductas que desea ver modificadas, las que desea ver en su lugar, y lo que le resulta desagradable de conductas no deseadas. Con esta información, puede hacerse algo para remediarse la situación. Conociendo esta información específica, existe la posibilidad de negociar con la otra persona; «He oído que te gustaría que hiciera esto. ¿Harías tú esto otro por mí si yo hago aquello?». Si no se tiene la intención de realizar los deseos de la otra persona, se le puede comunicar abierta mente a la misma lo que uno va a hacer.

En vez de irritar o interrumpir a la otra persona discutiendo su crítica, se la anima a que continúe desahogándose hasta que la catarsis sea completa. De este modo, cabe la posibilidad de acabar con el tema que está causando desagrado a quien critica.

Quien critica recibe, además, un mensaje claro de la voluntad de escuchar y del interés del otro. He aquí otra forma más de transformar la hostilidad en diálogo.

Primer paso:
María: «Guillermo, creo que nuestros intereses están en conflicto esta noche. Tú siempre ves el partido de baloncesto, desde las ocho y media hasta las nueve y media, y esta noche yo quiero ver Hamlet y lo dan a la misma hora por la otra cadena.»
Guillermo: «Sí, nuestros intereses están en conflicto porque tengo verdadero interés en ver el partido esta noche. ¿Te parece que veamos de qué opciones disponemos, y cuál de ellas preferimos poner en práctica?»
                  
Segundo paso:
María: «De acuerdo, una opción es que tú no veas el partido.»
Guillermo: «Es cierto. Pero otra opción es que tú no veas la obra de teatro, o que compres otro aparato de televisión.»
María: «Uno de nosotros podría ir a casa de Rafael y Virginia y preguntar si tú podrías ver el partido allí.»
Guillermo: «Y en caso de que no estén, uno de nosotros podría ir hasta casa de la tía Luisa; ella casi nunca ve la televisión.»
 María: «En el peor de los casos puedes ir al bar de al lado, donde siempre ven el partido.»
Guillermo: «También podemos salir a patinar juntos, cosa que no hemos hecho hace bastante tiempo y no ver la televisión ninguno de los dos.»
María: «Para mí, ya hay suficientes alternativas, ¿no crees?»
Guillermo: «Sí.»

Tercer paso:
María: «Bien, veamos. Preferiría ir a patinar pronto, no esta noche porque quiero ver esta versión de Hamlet.»
Guillermo: «Podríamos considerar realmente el comprar otro tele visor barato, pero creo que tomar esa decisión esta no che resulta demasiado precipitado.»
María: «Eso nos deja con que uno de nosotros tiene que buscar otro sitio para ver el programa; prefiero quedarme en casa esta noche si es posible, pero también estoy dispuesta a ser yo la que me marche.»
Guillermo: «Yo también prefiero quedarme en casa, pero estoy dispuesto a salir esta noche si tú accedes a hacer lo mismo la próxima vez que esto suceda.»

Cuarto paso:
María: «Eso me parece justo. ¿Quieres que haga las llamadas por ti?»
Guillermo: «Sí, muy amable. Inténtalo con Rafael y Virginia en primer lugar, y si no puedes localizarles llama entonces a la tía Luisa.»

Quinto paso:
María y Guillermo llevan a- cabo lo que han planeado. María descubre que Virginia quiere ver Hamlet y que Rafael quiero ver el partido, así que hacen un intercambio y cada uno ve el programa que deseaba.

Sexto paso (después)
Guillermo: «¿Qué tal ha funcionado la solución en tu caso?»
María: «Virginia y yo nos lo hemos pasado muy bien, la obra nos ha encantado. ¿Qué tal tú?»
Guillermo: «Bien, a excepción de unas ligeras molestias por parte del perro de Rafael y Virginia.»
María: «Oh, cuéntamelo para que esté preparada cuando esto vuelva a suceder y tenga que ir yo allí.»
Efectos: este método pretende situar a dos personas en un marco operativo, y no competitivo. Ambos utilizan la cabeza para pensar soluciones posibles en vez de intentar imponer a la otra persona la primera opción que se les ocurra. Como ambas personas participan en la proposición de opciones, se evita la sensación de que una de ellas está ganando y la otra perdiendo al elegirse para llevar a cabo una solución concreta. Y como es parte esencial del sistema la valoración posterior de la solución adoptada, ninguno se siente cogido, obligado a algo que no puede ser revocado. Definen el problema al tiempo que buscan el modo de hallar una solución aceptable para ambos; ambos ganan cuando esto sucede y ninguno lo ha hecho hasta que ha sucedido. Es decir, ambos trabajan en equipo para solucionar el problema: no se encuentran en dos equipos diferentes que luchan entre sí.
Al resolver los problemas mediante este método, es preferible que cada persona reprima cualquier valoración de las opciones hasta haber terminado de enumerar todas las que les ocurran en el tiempo destinado a ello. Luego, se vuelve a las mismas y se evalúa cuáles agradan y cuáles desagradan.
¿Por qué se deben separar la presentación y la evaluación de las soluciones? Hay varias razones. La primera, la ausencia de evaluación, incluso durante un pequeño período, contribuye a que uno se sienta libre para ofrecer soluciones; sabe que la opción presentada no será rechazada o ridiculizada, al menos no hasta que haya otras para equilibrarla. Segundo, de este modo se producen más opciones. De otro modo, la gente suele complicarse con la evaluación y olvida seguir pensando soluciones. Tercero, cuando la lista de so luciones la confeccionan entre dos personas, sin que ninguna de ellas comente las ventajas o inconvenientes de cada opción, ambas suelen dejar de lado parte del interés personal por cada una de las mismas. Cuando llegue el momento de la valoración, acaso hayan comenzado ya a olvidar quién sugirió cada una de las soluciones. De cualquier modo, la necesidad de proteger el amor propio consiguiendo que las propuestas de uno sean aceptadas queda reducida, ya que hay todo un conjunto de opciones. Ambas personas se dan cuenta de que la mayoría de las mismas van a ser rechazadas y que no supone ninguna desgracia el que alguna de las opciones de uno lo sea.
La reacción positiva o negativa ante cada opción, a medida que éstas se van exponiendo, es una costumbre muy marcada en la mayoría de la gente. Superar este hábito resulta bastante útil, si bien no es absolutamente necesario.

Efectos: la técnica de la negociación permite que ambas personas, al sacrificar algo, obtengan algo más a cambio. Cada uno da algo de poco valor y obtiene algo de un valor superior.
Con bastante frecuencia las parejas se ven envueltas en situaciones en las que uno de los miembros se sacrifica en algo por el otro sintiéndose resentido, mientras que el otro se siente culpable por aceptar el sacrificio. A consecuencia de ello, a partir de entonces, ambos dudan a la hora de pedir algo al otro, con lo que ninguno obtiene lo que quiere del otro. La técnica de la negociación permite que la pareja se libere de esta situación, negocie con mayor libertad, y satisfaga los deseos de cada uno de los miembros.
La negociación es el ejemplo típico de ofrecimiento de incentivos positivos en vez de negativos. Si tú haces lo que yo quiero, te daré una zanahoria; pero si no lo haces, no te pegaré con la vara.

Definición: este tipo de mensaje es el opuesto a la confidencia personal. Se trata de una declaración sobre algo concreto perteneciente al mundo externo, algo que no es ni privado ni personal.

Efectos: la charla sobre sucesos externos resulta una forma «segura» de adquirir familiaridad cuando se está empezando a conocer a alguien. Un nivel alto de confidencias personales expresadas demasiado pronto suele hacer que ciertas personas se sientan incómodas. Es lo corriente en las conversaciones «sociales».
Sin embargo, las personas que ya se conocen entre sí utilizan la charla sobre sucesos externos a menudo como una forma de evitar entrar en discusiones sobre los aspectos importantes de sus vidas. Por tanto, lo incluyo en la lista de mensajes que facilitan el diálogo, pero también incluyo la charla excesiva sobre sucesos externos en la lista de mensajes que dificultan el dialogo

Definición: consiste en citar conductas y sucesos específicos y describirlos mediante imágenes sensoriales a fin de que la otra persona sepa exactamente de qué conductas está uno hablando y qué observaciones está haciendo.

Efectos: nuestros diálogos versan sobre observaciones y deducciones. Una observación es todo aquello que vemos, oímos, sentimos, gustamos u olemos en el mundo exterior, o encontramos dentro de nosotros mediante la introspección. Una deducción es un pensamiento más abstracto que añade cierto significado a las observaciones. Las observaciones pueden expresarse erróneamente, o no aceptarse, e incluso aunque se acepten puede haber desacuerdo o comunicación (errónea en las deducciones extraídas de las observaciones. A medida que se aumenta el nivel de abstracción, y a medida que los interlocutores se alejan de la simple relación de las observaciones, aumenta la probabilidad de que se produzca el desacuerdo o la comunicación errónea.

Si las personas se comunican en primer lugar sus observaciones, luego pueden pasar a las deducciones con la seguridad de que están partiendo del mismo punto. Lo que sucede a menudo es que las personas hacen deducciones sin manifestar las observaciones en que han basado aquéllas. Luego, si no se ponen de acuerdo o no se comprenden, les resulta muy difícil descubrir en qué parte del pro ceso de observación y deducción se ha producido el desacuerdo.

14. Expresión de un conjunto de sentimientos

No hay comentarios:

Publicar un comentario