1. Reunir los datos. Es necesario acarrear estas cosas en un solo viaje hasta el campamento, que queda a 1000 metros.
2. Comparar los datos con lo que ya se conoce. ¿Cuáles son las maneras posibles de acarrear todo este equipo en un solo viaje?
3. Deducir qué hacer con los datos. Dados el tamaño y el peso del equipo, ¿cómo puedo organizarlo para hacerlo transportable?
4. Deducir qué puede hacerse para realizar la tarea. Este pedazo de lona puede utilizarse para hacer un atado que yo pueda llevar o arrastrar hasta el campamento.
5. Revisar la hipótesis. Todo el equipo entra en el fardo, y yo puedo acarrearlo al hombro.
Un niño brillante podría recorrer muy rápidamente todos estos pasos e incluso saltar uno o dos. Pese a ello, el proceso analítico sería esencialmente el mismo.
Como nuestra mente se halla resolviendo continuamente problemas “simples” y por lo general recorre con gran velocidad y eficiencia cada uno de los pasos necesarios, tendemos a ser algo arrogantes con respecto a los muchos servicios que el cerebro nos presta. Lo mismo que con nuestro auto, damos por sentado que nos servirá cada vez que lo necesitemos.
Para solucionar su problema, el niño debe poder concentrar su inteligencia y planear estratégicamente. Por desgracia, no todos los niños desarrollan esta capacidad. Aun el niño de elevado nivel de inteligencia puede no ser especialmente listo en la escuela. Por ejemplo, podría perder pape les importantes u olvidar realizar sus tareas. Podría redactar una composición brillante pero no lograr escribir de manera legible o no saber corregir su trabajo. Para muchos niños potencialmente capaces, el puente que conecta el cociente de inteligencia con el cociente de listeza a menudo se halla levado.
Algunos niños parecen adquirir la habilidad de pensar con sagacidad mediante un proceso natural de ósmosis. Estos niños no necesitan mucha ayuda directa de parte de sus padres. Otros, igualmente brillantes y potencialmente capaces, nunca aprenden a desarrollar o perfeccionar sus recursos intelectuales sin una guía adulta sistemática.
El niño hereda su inteligencia, pero adquiere la capacidad de ser listo. Este proceso de adquisición se ve profundamente influido por el medio en que vive el niño. Por lo general, los chicos a los que se alienta —o lo requieren por necesidad— a pensar analíticamente se vuelven listos. Por el contrario, aquellos a los que se les permite avanzar por la vida intelectualmente anestesiados se habitúan a pensar de modo pasivo y es difícil que se vuelvan listos.
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