En la sociedad en la que vivimos,
el teléfono móvil ha adquirido una importancia abrumadora, y, evidentemente,
esa importancia queda trasladada al arte de la seducción.
El conseguir el número de
teléfono de la chica por la que estás interesado debe de ser uno de tus
objetivos, y una vez obtenido deberás de hacer buen uso de él.
De nada te servirá tener el
número de teléfono si luego la agobias llamándola constantemente, o en sentido
inverso, si no lo haces.
Como en todo, existen ciertas
reglas que debes de seguir y si las controlas habrás dado un gran paso hacia el
éxito.
¿Cuáles son esas reglas?
Tranquilo, no te impacientes.
Antes de comenzar con las reglas
tienes que tener una cosa clara:
DEBES CONSEGUIR TANTOS NÚMEROS DE TELÉFONO COMO PUEDAS, Y
NUNCA DEBES DE DEJAR QUE NINGUNO
DE ELLOS SEA ESPECIALMENTE IMPORTANTE PARA TI.
¿Qué quiero decir?
La primera parte está clara. En
relación con todo lo que te he venido explicando en boletines anteriores,
cuando estés ahí fuera tratando de seducir a mujeres tienes que entrar a
cuantas más mejor, y cuando las entres tendrás que conseguir su número de
teléfono.
Debe de ser como un objetivo
menor de tu seducción. Con un número de teléfono tienes la posibilidad de
continuar el contacto, si a ti te interesa.
Sin embargo, y entramos en la
segunda parte de la frase, no debes permitir que ningún número se convierta en
esencial para ti.
No entres a una chica pensando:
“¡Tengo que conseguir su número como sea! ¡Es la mujer de mi vida!”.
Si haces eso te estarás creando
una tensión innecesaria, y al final, lo único que conseguirás será un sonado
fracaso.
¿Tienes claro el requisito?
Bien, pues comencemos con las
reglas:
1. Nunca hagas una llamada
aislada
Imagínate la siguiente llamada:
TÚ: Hola, Jessica, soy Óscar. Nos conocimos el pasado sábado
por la noche en la discoteca “Jericó”, ¿cómo estás?
ELLA: ¡Ah, sí! No me quejo, ¿qué tal tú?
TÚ: Bien, verás, me preguntaba si tenías algún plan para
mañana por la tarde, porque tal vez podríamos quedar y tomar un café o algo.
ELLA: ¿Esta tarde? Me temo que ya tengo planes, otro día,
¿vale?
TÚ: Vale, venga hasta luego.
ELLA: Hasta luego.
¿Y ahora?
Si has realizado esta llamada de
manera aislada y ella te ha rechazado te vas a quedar triste, porque ya no
tienes otra opción. Te sientes rechazado.
¿Qué puedes hacer?
Organizarte siempre para hacer un
mínimo de 5 llamadas. Puedes estar seguro que alguna de esas cinco llamadas te
dirá que sí.
De esa forma, si tu primera llamada te
rechaza, tú
no te agobias porque tienes otra llamada
preparada.
2. Utiliza el
teléfono para construir confort
La conversación que he utilizado
en la regla anterior está mal construida.
¿Por qué?
Porque es una conversación
demasiado directa.
Al hablar con una chica por
teléfono, y siempre antes de intentar quedar con ella, tendrás que mantener una
conversación. Además, esta conversación que mantengas con ella, te servirá como
base del confort que construirás cuando quedéis.
Algo así como lo siguiente:
TÚ: Hola, Jessica, soy Óscar. Nos conocimos el pasado sábado
por la noche en la discoteca “Jericó”, ¿cómo estás?
ELLA: ¡Ah, sí! No me quejo, ¿qué tal tú?
TÚ: Bien, bien. Todavía un poco perjudicado del otro día,
pero bien. ¡Qué gran discoteca!
ELLA: Sí, la verdad es que es genial, ¿habías estado ya
allí?
TÚ: No, era la primera vez que
iba. Un amigo mío se empeñó en ir y…
¿Ves como funciona?
Después tras un rato de
conversación podrías intentar quedar con ella.
TÚ: ¡Oye! Ahora te tengo que dejar, pero ¿qué te
parece si
seguimos esta conversión delante de un café?
ELLA: ¡Genial! ¿Cuándo te viene bien?
TÚ: Mañana a eso de las 8.
ELLA: Perfecto, ¿en la puerta de “Jericó”?
TÚ: Sí, me parece bien.
ELLA: Pero te aviso que no tomo café, así que no ofendas si
te lo rechazo.
TÚ: ¡Vaya! Yo que había pensado darte una sobredosis de
cafeína para luego aprovecharme de ti.
ELLA: Tendrás que usar otro truco, pareces un hombre de
recursos.
TÚ: Pensaré algo. ¡Hasta mañana, entonces!
ELLA: ¡Hasta mañana!
Una broma de este tipo es ideal
para finalizar la conversación. Con ella estás dejando abierto el inicio de
vuestra conversación al encontraros, porque esa suele ser una situación algo
incómoda.
3. No dejes que “el conseguir una
cita” sea el único objetivo de tu llamada
Tu primer objetivo será la
construcción de confort que te comentaba antes. El “conseguir una cita” es un
objetivo secundario y que vendrá por sí solo a lo largo de la conversación.
Si, por el contrario, te centras
en conseguir única y exclusivamente la cita te estarás mostrando como un tipo
necesitado y al que solo le importa el quedar con ella.
No, tú eres alguien normal que la
has llamado para hablar con ella. Y luego, aprovechando la conversación, le
planteas quedar para tomar algo.
Fíjate en la conversación que te
describía en la regla anterior.
En ningún momento se habla de
quedar para tomar algo, sino que se queda para “continuar la conversación”.
Si ella está disfrutando la
conversación que está teniendo contigo te dirá que sí.
¿Por qué?
Porque la palabra “cita”, o la
expresión “quedar para tomar algo”, crea en las mujeres cierto nerviosismo,
cierta sensación de que el único objetivo del hombre que tienen delante es el
de seducirlas.
Sin embargo, si quedan para continuar
una conversación que tienen iniciada se liberan de esa sensación. Saben
perfectamente que el objetivo del hombre con el que van a quedar es el de
seducirlas, pero no sienten la presión.
¿Ves la diferencia de matices?
De esta forma conseguirás que, además aceptar tu
proposición de una manera más sencilla, ella se sienta más libre durante
vuestra cita, y estará más abierta a tus proposiciones.
Bien, con esto tienes suficiente
por ahora.
La próxima semana te daré alguna
regla más para que puedas utilizar en tus interacciones telefónicas con las
mujeres.
Mientras tanto, ya sabes lo que
tienes que hacer.
Practicar, practicar y practicar.
Llama a todos los números que
tengas y trata de mantener conversaciones con ellas. Al principio te costará un
poco más, pero según vayas cogiendo experiencia notarás como te sueltas y las
conversaciones irán saliendo por sí solas.
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