Los chicos listos reconocen que tienen varias opciones para manejar los problemas. Estos niños suelen percibir los problemas como desafíos que pueden enfrentar y superar. Sin embargo, antes de poder ganar estas batallas deben “armarse” de la manera adecuada.
Los chicos con un alto cociente de astucia descubren, por sí mismos, que hay diversos medios de prepararse para enfrentar los desafíos. Otros niños necesitan que se les enseñen los pasos básicos que les permitirán triunfar.
Como padre, usted interpreta un papel central en la ejercitación de su hijo destinada al correcto manejo de los desafíos. Cuando se enfrente a un problema, su hijo debe aprender a aplicar los pasos básicos que facilitan la solución.
1. Definir el desafío o problema.
2. Crear una estrategia que neutralice las deficiencias y me permita triunfar sobre el desafío (p. ej., “¿Cómo trata rían este problema otras personas? Pensaré en alguien que sepa manejar este tipo de dificultad. ¿Cómo lo enfocaría él/ella?”).
3. Encontrar medios alternativos para ir del punto A al punto B, en el caso de que me viera bloqueado o estancado.
Al guiar a su hijo a través de este proceso de análisis de problemas orientado hacia una solución, usted lo ayudará a internalizar los diversos pasos. Desarrollar la propia competencia con este método es como aprender a escribir a máquina. La práctica y el esfuerzo son esenciales. Con práctica suficiente, su hijo podrá integrar el método en sus pautas de respuesta (reacción), de modo que se torne un reflejo. El objetivo final es que su hijo tenga la presencia de ánimo para detenerse, pensar analíticamente y luego actuar con sagacidad cuando se enfrente a una situación de desafío.
Es importante que usted inculque a su hijo que él ya posee los recursos para resolver muchos de los problemas a los que se enfrenta, y que sencillamente necesita aprender a extraer mejor provecho de dichos recursos’. Por lo general, los niños entienden bien mediante el uso de analogías. Por ejemplo, usted podría describir cómo una persona con un impedimento físico emplearía su ingenio para compensar una limitación física. Al examinar con su hijo el hipotético proceso seguido por esa persona para solucionar el problema, usted lo ayudará a apreciar el valor del pensamiento sistemático, estratégico.
Más abajo encontrará un diálogo modelo que le servirá de guía para presentar los pasos del proceso a su hijo. Dicho diálogo conduce al niño a lo largo del método de solución de problemas y muestra cómo puede usarse para neutralizar el problema. El niño del diálogo tiene diez años. El len guaje puede simplificarse para los niños menores o “elevarse” para los adolescentes.
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