Luego de varios
días he vuelto a escribir, en realidad
no la he pasado muy bien estos últimos días, los motivos principales: 1) El no poder entregar el
primer libro para el 22 de Mayo y 2) La fecha que se aproximaba, ese 22 de mayo
tan triste y tan doloroso para todos aquellos que tuvieron la oportunidad de
conocer de cerca Andrés
El vienes 21 fuimos
con Gladis al cementerio, nos ,adelantamos un día para poder estar a solas
porque imaginábamos que al día sgte mucha gente iba a ir a rendirle su
homenaje, y la intimidadad que deseábamos tener no iba a ser posible.
Fueron muy duros
esas horas que en el cementerio,
estuvimos rezando hasta las 18hs. le deje una linda carta abierta para que sus
compañeros y amigos la leyeran y sintieran y conocieran de nuestra vivencia en
este año que paso. El Viernes por la noche estuve en el negocio con Aquiles, su
gran amigo me contó muchas cosas que no conocía, y una fundamental el cariño y
la admiración que sentían por él todos sus compañeros.
Le regalé una foto
que era unas de mis preferidas y se sintió muy feliz, esa noche me contó que le
hacían una reunión a Pía, y me alegré porque
tienen derecho a sentirse bien, y gozar de todas las cosas bellas que l
a vida les puede ofrecer.
Ese 22 amaneció
lluvioso, y frío, un día gris y triste, era Sábado, no fui a trabajar ni a
jugar al fútbol con los “muchachos del parque “ porque mi animo no era del
mejor.
A la hora del
almuerzo hable con mis 2 hijas haciéndole notar que ese día iba a ser muy duro,
peor de los muchos que vivimos últimamente, que tenían que poner todo de ella
para que la situación no las superara, que si tenían que llorar que lo hicieran
que descargaran todo aquello que las podía afectar. Al momento de la misa a las
19.30 hs. la iglesia desbordaba de gente por todos lados, María José leyó la
primera lectura, y yo la segunda, no sabía si iba a poder hacerlo, dentro mío sentía un ahogo que con mucha dificultad
me permitía hablar, al ver a Gladis y a
mis 2 hijas en el primer banco, y ver sus rostros de dolor y amargura, me hacía
muy ,dificultosa la lectura, pero con la ayuda de DIOS pude terminar de leer, y
sentía que el” loco” también había puesto su granito de arena para que así
fuera.
El padre M.
Zelarayan , y el padre Agüero , celebraron la misa ambos dijeron cosas muy
hermosas que por siempre guardaré en mi corazón.
El coro cantó como
nunca creo haberlos escuchado, de la manera más angelical posible. La emoción
fue muy grande , sobre todo cuando subí al altar a dar la comunión , creí que
no iba a poder hacerlo ,pero como lo manifesté antes ,algo nos debe ayudar en
los momentos más difíciles, en decisiones supremas ,en instantes en que el ser
humano se siente incapacitado de realizar ciertas acciones, ESE ALGO, ES DIOS.
Lo que no había
podido hacer para la fiesta de egresados ,lo conseguí en la misa del primer
aniversario, darle la comunión a sus compañeros. Al terminar el acto litúrgico
,los abrace y en ese abrazo pude sentir cuanto amor había en todo ellos por esa persona que sin
decirnos nada silenciosamente nos abandono un 22 de Mayo.
No se si abra otra
misa igual otra vez, porque
pese a todas las cosas maravillosas que uno va descubriendo, duele ,duele
mucho, porque trae a memoria instantes limites que se habían vivido y uno creía
superado y te das cuenta que no es así, solo
DIOS y la VIRGEN serán los que
decidan .
Antes de terminar
esta parte de mi relato, deseo agradecer a todos aquellos que hasta el día de
hoy me siguen manifestando su cariño y su solidaridad. Por el homenaje en el
cementerio, por los mensajes que
dejaron, por esas flores tan bellas que de alguna manera simbolizan la pureza,
o sea lo que era él.
Extracto del libro "Andres... 3 Años despues" de Roque Nadra
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