¡Sí! Vamos, aquí hay mucho bullicio.
Lentamente nos adentramos en un largo
callejón de aburridas y grises
baldosas. El aire estaba frío y la noche
silenciosa y majestuosa, se
aproximaba lentamente intentando disimular
su crepuscular presencia.
A lo lejos en el marino horizonte, algunas
nubes de morados rostros
comenzaban a asomarse presagiando la llegada
de una sublime y no muy
lejana
húmeda paz...
Por momentos y de forma intermitente el
cielo comenzó a iluminarse
desprendiendo un ligero resplandor
metalizado que ponía al descubierto la
rigidez de sus nebulosos y tormentosos
gestos...
Mientras tanto Muerte, presumida y
despreocupada caminaba a mi lado sin
inmutarse por ello.
Algunas hojas de los árboles absortas de un
divino espejismo se
desprendían
de lo alto de las copas intentando ensayar
un sencillo vuelo que les
permitiese sentirse por unos momentos, un
pequeño pájaro capaz de
volar...
Caminamos lentamente sin dirigirnos palabra
alguna, tan sólo un lejano
eco
viviente en mis oídos me recordaba que aún
permanecía en esta dimensión
de
limitadas formas e infantil consciencia...
A nuestro alrededor todo giraba en perfecta
armonía...
concreto y lo abstracto se
volvía Una.
alguno, sin nombre propio...
Por detrás nuestro y a una muy pequeña
distancia nuestras pisadas,
haciendo
caso omiso de nuestras presencias,
intentaban descubrir nuestros
sentimientos al igual que si se tratase de
una gran exclusiva de color
rosa.
De vez en cuando el viento, apoyaba sus
frías manos en mi rostro
crispando mi
sonrojada piel. Mi aliento tibio y pausado,
se elevaba tímidamente al
son
de mis pasos, transformándose en un
cristalino va por.
En la lejanía del horizonte la
Luna trepaba
vigorosamente por la empinada
cuesta del firmamento, huyendo de las
voraces fauces de las olas que
amenazaban enturbiar su halógeno y acuático
resplandor.
Lentamente La
Eternidad comenzó a teñir el
firmamento.....
A detener el Tiempo.....
A empañar mis ojos......
A aflorar mi Esencia.....
Mi mente poco a poco fue acallándose y
comencé a descender por un
profundo
laberinto de silencio en el cual, mi
consistencia mental comenzó a
diluirse
rápidamente sin dolor alguno....
rápidamente sin dolor alguno....
Continuará...
CAPITULOS ANTERIORES
No hay comentarios:
Publicar un comentario