CONVERSACIONES SEDUCTIVAS

SOLUCION INTROSPECTIVA DE PROBLEMAS

Diálogo Modelo N° 4

Niños entre 7 y 12 años

Madre: Querida, percibo que estás molesta porque no tienes tantos amigos como te gustaría.
Hija: No me importa.
Madre: ¿No te importa no tener amigos y que no te inviten a fiestas?


Hija: No.
Madre: ¿No?
Hija: No me importa si los chicos no me quieren.
Madre: Dime por qué los chicos no te quieren.
Hija: No sé.
Madre: ¿Hay algo que tú hagas que podría ser la causa de que los chicos te dejen de lado? ¿Se te ocurre algo?
Hija: No.
Madre: A veces te he observado jugar con chicos que vienen a casa. Vi que tiendes a darles órdenes. Siempre tienen que hacer lo que tú quieres. ¿Tengo razón?
Hija: Tal vez.
Madre: ¿Te parece que a los chicos les gusta recibir órdenes de sus amigos?
Hija: Puede ser que no.
Madre: A mí no me gustaría ir de visita a la casa de alguien que me diera un montón de órdenes e insistiera en que tengo que hacer Únicamente lo que esa persona desea. ¿Te gustaría hacer un experimento?
Hija: ¿Qué quieres decir?
Madre: Con “experimento” quiero decir que pruebes algo, a ver si eso corrige el problema. ¿Se te ocurre alguna idea para solucionar tu problema?
Hija: Podría tratar de no mangonear a los chicos.
Madre: Eso me parece muy sensato. Veamos si realmente puedes hacer un experimento para dejar de mangonear a los chicos. ¿Por dónde empezarías?
Hija: No sé.
Madre: ¿Qué te parece hacer una lista con dos columnas? A una podrías denominarla “Dar órdenes” a la otra “Decidir juntos”. Invita a una amiguita a casa el próximo sábado. Mientras juegas, puedes ir contando en tu mente cuántas veces tomas tú las decisiones de lo que hacen y cuántas veces decide ella. Cuando la nena se vaya, anotas la cantidad correspondiente en cada columna. Podrías hacer el experimento durante un mes y ver si mejoras y permites que los otros participen más en las decisiones. ¿Qué te parece el experimento?
Hija: Bueno.
Madre: ¡Magnífico! Cada tanto miraremos las columnas para asegurarnos de que las vas llenando correctamente. ¿De acuerdo?
Hija: De acuerdo.

Es evidente que la madre de este diálogo tenía ya pensada una estrategia antes de comenzar la conversación. Sus me tas son ayudar a su hija a lograr discernimiento y modificar las conductas contraproducentes específicas. Durante la charla, permite la evolución de las opiniones y las ideas. Al hacerlo así logra que la solución sea el resultado de un esfuerzo conjunto.

Usted no puede tener la certeza de lo que ocurrirá en el transcurso de una conversación con su hijo. A veces, el chico necesitará muy poca ayuda para encontrar su propia so lución al problema. En otras instancias, usted deberá guiar lo pacientemente hacia el discernimiento que le permitirá solucionar el problema. Lo ideal es que la solución evolucione como resultado del “trabajo mental conjunto” entre usted y su hijo. Esté preparado pues habrá pasos en falso e ideas impracticables. A veces no surgirá idea alguna de la conversación y será necesario hacer más de un esfuerzo conjunto. También es posible que la charla adquiera giros inesperados y no hay preparación que lo arme por entero para hacer frente a estos desvíos. No obstante, usted debe pensar con anticipación diversas estrategias dirigidas hacia una solución, sobre todo si trabaja con un niño tímido o poco comunicativo.


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