CONVERSACIONES SEDUCTIVAS

APRENDER DE LOS ERRORES | Adolescentes entre 13 y 17 años

Situación:

Estás disgustado porque te castigamos por hacer una fiesta en casa cuando nosotros no estábamos. Nosotros también estamos disgustados. Me gustaría hablar de este tema de un modo que no provocara una discusión. ¿Tienes ganas de elaborarlo conmigo? Hagámoslo paso a paso.


Identificar el error:

Ahora que has tenido algún tiempo para pensar en lo que pasó, creo que podemos considerar los hechos con calma. ¿Qué crees que fue lo que causó este disgusto? Bien, ahora permíteme decirte mi evaluación de la situación. ¿Estás de acuerdo en que hiciste algo que violó las reglas y minó nuestra confianza en ti?


Definir lo obvio:

Dime con tus propias palabras qué conclusión sacas y qué has aprendido de todo esto. Muy bien. Ahora te lo diré con mis palabras: no puedes violar las reglas de esta familia sin meterte en un problema y sufrir las consecuencias. Si te permitiéramos violar las reglas no seríamos padres responsables. ¿Entiendes el razonamiento en que esto se basa?


Explorar acción correctiva:

¿Cómo puedes recuperar nuestra confianza? ¿Cómo crees que responderás en situaciones similares en el futuro?


Identificar denominadores comunes:

¿Ha habido otros casos en que no dijiste la ver dad? No es necesario que los enumeres, pero quisiera saber si puedes identificar un denominador común en tus respuestas a ciertas situaciones. Ya sabes lo que significa encontrar un denominador común en matemática: buscar un número que todas las fracciones tengan en común. El mismo concepto se aplica a la vida.

 Por ejemplo, cuando consideras que somos in justos o irrazonables en nuestras exigencias, ¿piensas que esta conclusión justificaría que nos engañaras? ¿Podría esto ser un denominador común? ¿No te encuentras en terreno más seguro cuando nos cuentas tus cosas?


Piensa cómo podrías manejar una situación similar si volviera a surgir. Reflexiona específicamente cómo podrías manejarla sin tener que mentir u ocultar información que nosotros deberíamos saber. Piensa también en lo que podrías hacer si estuvieras molesto por una regla de la familia o una decisión que tu madre y yo hemos tomado. ¿Estarías dispuesto a compartir abiertamente tus sentimientos y pareceres y a examinar con nosotros las razones que tuvimos para imponer esa regla o tomar esa decisión?

 Me gustaría que consideraras estos puntos la próxima vez que te enfrentes a una decisión que podría llevarte a violar una regla de la familia. Creo que te darás cuenta de que algún día puede llegar a ser muy importante que creamos y confiemos en ti. Si no te tenemos con fianza, quizás no estemos dispuestos a salir a defenderte y darte el apoyo que necesites desesperadamente.

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