En Dios he encontrado el
alivio a mi alma destruida por la
tristeza y el sufrimiento, he conocido sacerdotes, laicos, gente de todas las
edades cuya devoción es increíble, jóvenes que formando parte de distintos
grupos como el de misioneros, de liturgia, de sacristía, en fin todo aquello
que hace a la iglesia, ellos en los momentos más difíciles que he debido
soportar estiraron sus manos y brindaron lo mejor de si para ayudarme.
Que
decir del padre Omar, ese gran amigo que
hoy no está en SAN ROQUE, que con sus palabras y su sabiduría me hicieron
entender cosas que creo que por mí mismo no lo hubiera logrado jamás, el padre
Agüero que con sus conceptos, su bondad, su caridad influenciaron en mí vida de
tal manera que hoy puedo decir con propiedad que ese hombre es un santo, a su cargo
está el Comedor Infantil DON BOSCO, que da de comer a 400 chicos, que mejor
ejemplo que ese El Padre Miguel Zelarayan
para el cuál sobran las palabras solo me queda el agradecerle
eternamente lo que hizo con pájaro que canta, en cada color, en cada nacimiento,
en los instantes más dolorosos está con nosotros, Él que es la luz que aparece
cuando las sombras cubren nuestra mente y espíritu. Él que está en cada niño,
en cada joven, en fin Él que es nuestro padre como puede querer vernos sufrir.
De algo estoy seguro Él es DIOS de la vida no de la muerte, de la verdadera
vida la cuál alcanzaremos un día no muy lejano, donde Andrés se nos adelanto y
está gozando a la par de Él, está en el mañana rodeado de ángeles, serafines, y
querubines, está protegiéndonos amándonos y cuidándonos.
Tal vez
muchos de ustedes no entiendan o no estén de acuerdo todo esto que siento, pero
si no fuera así les aseguro que sería muy difícil o imposible poder soportar el
sufrimiento, como lo dije en mi primer libro, algo tiene que haber, porque sino
no se entiende, como podemos sobrellevar esto. toda mi
familia, creo y no me equivoco si les digo que sin su ayuda hubiera sido muy
difícil soportar esto que estoy viviendo. Siento que la Iglesia es mi primera
casa, cuando estoy en el Altar, en el
Sagrario, leyendo la Biblia, me acerco más a él, no se puede describir lo que
se siente cuando doy el cuerpo de Cristo, el ver cada rostro en ese momento tan
especial me emociona de tal manera que me parece sentir que Andrés está al lado
mío, en cada hostia que doy. Quisiera entender a todas aquellas personas que
están enojadas con Dios, ÉL que es fuente de amor y misericordia, que en cada
acto de nuestra vida está al lado nuestro, que en cada amanecer.
LA FE, es eso que hace que sepamos que
no todo termina acá, que lo terrenal es un transito hacia la plenitud total, al
verlo de esa manera, uno siente que no todo está perdido, y esa paz que tanto
anhelamos pronto llegará.
En
la Iglesia toda estas cosas te afianzan en la creencia que lo sobrenatural es
posible, entonces en nosotros esta en llevar una vida mejor, y humildemente
decir y aceptar Señor hágase tu voluntad.
Salmo 84
Que amable es tu morada
Oh Señor de los Cielos
Mi alma suspira y sufre por estar en tu atrio
Mi corazón y mi carne lanzan gritos
Con anhelo de ver el Dios viviente
Extracto del libro "Andres... 3 Años despues" de Roque Nadra
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