Ese es el primer paso y debemos
estar dispuestos a darlo.
Pero para que nuestro paso sea firme y para que
podamos diseñar nuestro propio camino a seguir, es necesario que antes hagamos
un balance, que logremos ver dónde estamos parados, que descubramos cuáles son
nuestras zonas luminosas que deben ser acrecentadas y cuales las sombras leves
o los pozos negros, que debemos convertir en luz de una vez y para siempre.
Los balances personales
suelen ser duros, pero son necesarios. Es imprescindibles conocernos
y reconocernos.
El simple hecho de estar
vivos nos enfrenta con una posibilidad límite, pero tremendamente real. La
divina incertidumbre de no saber si vamos a vivir o no el día de mañana.
Hay una posibilidad
muy concreta que de que nos vayamos a dormir esta noche, pero también hay una
posibilidad muy concreta de no despertar mañana. A partir de este dato que
todos conocemos pero preferimos no recordar, la vida nos invita a formularnos
cinco preguntas:
PRIMERA PREGUNTA:
Si yo me fuese a dormir
esta noche y no me despertara mañana...
¿Fui feliz o no fui feliz?
Así, sin gamas
intermedias. No un poquito. No algunas veces. No de cuando en cuando A todo o
nada: ¿fui o no fui feliz en esta vida?
Si no fui feliz y parto
esta noche, ya no hay nada que yo pueda hacer para modificar lo que he vivido, pero... Si me despierto
mañana, ¿qué voy a hacer al respecto?
SEGUNDA PREGUNTA:
Si yo me fuese a dormir
esta noche y no me despertara mañana...
¿Yo supe lo que era amar?
¿Puedo irme de esta vida
diciendo que amé bien y que amé mucho?
Amar bien es amar sin
esperar nada a cambio, ¿amé porque como dice Madre Teresa mi naturaleza
crística es amar? ¿amé sin pedir nada a cambio?
Si no me despertase
mañana... ¿puedo decir que en esta vida he llegado a ese punto en que doy mi
amor sólo porque soy feliz amando?
Si no me despertase
mañana... ¿puedo decir que he conocido el amor
recíproco?.
¿Cómo me ha ido en los
distintos rubros del amor?
¿Cómo pude vivir el amor
paterno-filial que es el más difícil y el más liberador de todos?
¿Cómo viví el amor de
pareja? ¿Ayudé a construir una pareja nutritiva?
¿Viví en comunión (común
unión) con el ser que elegí para compartir la vida?
¿Amé a las personas
cercanas? ¿Simpaticé con ellas? ¿Me compadecí por ellas? ¿Disfruté de sus
logros? ¿Pude entregar y recibir sonrisas, energía,tiempo...?
Si no me despertase
mañana... ¿Puedo decir que amé el planeta? ¿Amé
la naturaleza? ¿Amé la existencia? ¿Disfruté los reinos en evolución?
Si no me despertase
mañana... ¿Puedo decir que me he amado a mí mismo? ¿Sé lo que es quererme o me
auto desprecio? ¿Siento que soy mi mejor amigo o mi peor enemigo? ¿Hice algo
por descubrir quien soy? ¿Hice algo por disfrutar de mis capacidades? ¿Tuve
paciencia con mis propios errores? ¿Me alenté para mejorar un poco cada día?
Si no amé, si no amé lo
suficiente, si no fui capaz de amarme y parto esta noche, ya no hay nada que yo
pueda modificar lo que he vivido, pero... Si me despierto mañana, ¿qué voy a
hacer al respecto?
TERCERA PREGUNTA:
Si yo me fuese a dormir
esta noche y no me despertara mañana...
¿Yo sé lo que es reírme?
¿Me he reído mucho en esta
vida?
Dicen que la gente que
tiene humor vive bien, vive sana, el humor llega a curar enfermedades para las
cuales la ciencia nos ha desahuciado... nada eleva el sistema inmunológico más
que reírse. El momento de una carcajada pone en funcionamiento más salud en el
cuerpo que horas enteras de gimnasia de
todo tipo.
La convulsión química y metabólica de la risa "mueve
todo", más que horas de natación, tenis o aeróbicos.
Si no me despertase
mañana... ¿Puedo decir que me he reído lo suficiente?
¿He podido reírme con mis
semejantes o sólo he podido burlarme de ellos?
¿He sido capaz de reírme
de mí mismo? ¿He podido tomar con humor las situaciones que me
desestructuraban?
Si no reí, si no reí lo
suficiente, si no fui capaz de reírme y parto esta noche, ya no hay nada que yo
pueda hacer para modificar lo vivido, pero...
Si me despierto mañana,
¿qué voy a hacer al respecto?
CUARTA PREGUNTA:
Si yo me fuese a dormir
esta noche y no me despertara mañana...
¿Serví de acuerdo con mis
capacidades?
Jesús decía "a los
poderosos les pediré demasiado". Obviamente, no se refería a los
económicamente poderosos, sino a los ricos en dones, en comprensión, en compasión,
en capacidad de entrega.
Si no me despertase
mañana... ¿Puedo decir que puse al servicio de los demás todos mis talentos?
¿O, por el contrario los oculté por miedo o por vergüenza? ¿O los acaparé para
canjearlos o venderlos en el momento oportuno? ¿Serví a las personas cercanas o
perdí la vida exigiendo y esperando que ellas me sirvieran? ¿Serví a mi pueblo?
¿Serví a mi país? ¿Serví al planeta?
Si no serví, si no fui
capaz de servir de acuerdo con mis capacidades, si no serví lo suficiente, y
parto esta noche, ya no hay nada que yo pueda hacer para modificar lo vivido,
pero... Si me despierto mañana, ¿qué voy a hacer al respecto?
QUINTA PREGUNTA:
Quinta y última pregunta.
Definitiva y final. Después de esta ya no hay más preguntas para hacer. No hay
otra pregunta que llegue a ese nivel de trascendencia en esta vida.
Si yo me fuese a dormir
esta noche y no me despertara mañana...
¿Tuvo algún sentido mi
paso por este planeta?
¿Tuvo algún sentido todo
esto? ¿Para qué fue todo esto? ¿Qué idea de
trascendencia logré? ¿Le
dejo algo a este mundo del que me voy?
Muchos suelen contestar:
"Yo tuve un hijo, planté un árbol..."
Son evasivas. Un hijo
puede ser un accidente biológico. En todo caso, lo importante es con qué
valores eduqué a mi hijo, cuánto amor, cuánta comprensión, cuántas
aspiraciones espirituales sembré y resguardé en él mientras crecía. Con cuánta
libertad y armonía lo dejé partir para que pudiera seguir creciendo...
Si no me despertase
mañana... ¿Qué hijo le dejo al mundo?
Si no me despertase
mañana... ¿Qué mundo le dejo a mi hijo?
¿Mi paso por la vida le
deja algo valioso a este mundo del que me voy?
¿Mejoré en algo lo que
recibí o conocí? ¿Puedo decir que realmente dejo una estela de plenitud, porque
yo sí comprendí qué significa vivir acá e irme?
Frente
a estas preguntas no queda nada y empieza todo.
Si no
comprendí, si no busqué o no encontré el sentido de la vida, si no descubrí mi
misión, y parto esta noche, y me voy sin cumplirla, si me voy sin saber para
qué había venido, ya no hay nada que yo pueda hacer para modificar lo vivido,
pero... Si me despierto mañana, ¿qué voy a hacer al respecto?
Si me
despierto mañana... ¿Qué cambio de vida mental, emocional, físico, espiritual,
qué apreciación nueva voy a tener, con qué milagro me voy a conectar?
Párrafos
textuales del libro: "El desafío de ser feliz en tiempos de
crisis"
Claudio María Domínguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario