De 13 a 18 años: Adolescentes
Reacciones comunes a la muerte
Entumecimiento,
re-experimentación del hecho, evitación de sentimientos, resentimiento, pérdida
de confianza, culpa, vergüenza, depresión, pensamientos
suicidas, distanciamiento, aislamiento, ansiedad, pánico, disociación,
oscilaciones del humor, irritabilidad, rabia, auto-implicación,
exagerada euforia, "acting out" (involucrarse en actividades de
riesgo, antisociales o
ilegales), abuso de sustancias; miedo a eventos similares, a la enfermedad,
muerte o el futuro; trastornos el apetito y del sueño, quejas o cambios
físicos, declinar académico, rechazo escolar.
Lo que ellos saben y
sienten acerca de la muerte
Reacción de duelo
tipo adulto, presión para ser responsable e involucrarse en un comportamiento
de adulto y/o resentimiento o enojo por ello, temor de expresar emociones
fuertes, ansiedad por sentirse abrumado o en situación embarazosa, cambios en
su sentido de identidad y propósito en la vida, pensamientos acerca del futuro
(mortalidad personal, eventos importantes sin el ser querido, etc.).
Qué decir y hacer
Involucre al
adolescente en las actividades familiares relacionadas a la muerte, pero tenga
precaución cuando pida su participación por un largo período de tiempo. Resista
el esperar o asignar responsabilidades de adulto. Discuta los cambios en la
familia y trabajen juntos para encontrar soluciones. Tenga precaución acerca de
cualquier cambio que el adolescente pueda querer hacer durante el
trauma o inmediatamente después de una muerte. Considere cómo el evento o la
muerte pueden estar influenciando la conducta usualmente difícil del
adolescente y manéjela directamente.
Eduque al
adolescente acerca del duelo y de los riesgos potenciales de la conducta
"acting out". Sea sensible a sus mensajes respecto a actividades de riesgo o
ilegales. Espere variabilidad del humor y de la conducta.
Espere la tendencia
reactiva a llegar a ser excesivamente cercano o, por el contrario,
extremadamente distante. Anime al adolescente a confiar en alguien fuera de la
familia. Permita el desarrollo de las conductas normales de independencia.
Mantenga límites, consistencia y un sentido de estabilidad. Sea razonable con
las reglas y con las expectativas conductuales y académicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario