1. Desearía que no tuvieran
temor de pronunciar el nombre de mi hijo. Mi hijo vivió y fue importante y
necesito escuchar su nombre
2. Si
lloro o me emociono si hablamos de mi hijo, desearía que supieran que no es
porque me han herido, de hecho es la muerte de mi hijo la que ha causado mis
lágrimas. Me han permitido llorar y se los agradezco. La explosión del llanto y
la emoción son sanos.
3. Desearía
que no "mataras" a mi hijo otra vez, quitando de tu casa sus fotos,
manualidades y otros recuerdos
4. Tendré
emociones altas y bajas, subidas y bajadas. Desearía que cuando tenga un gran
día no pienses que mi dolor se ha acabado o que si tengo un mal día necesito de
un tratamiento psiquiátrico.
5.
Desearía que supieras que la muerte de un hijo es diferente de cualquier
otra pérdida y debe ser vista desde otro punto de vista. Es la tragedia más
grande y me gustaría que no la comparen con la muerte de un padre, esposo o
mascota.
6. La
pérdida de un hijo no es contagiosa así que desearía que no huyeran de mí.
7.
Desearía que supieras que todas las reacciones "exageradas" de
dolor que ves en mi son normales. Depresión, rabia, frustración, desesperanzas
y la puesta en duda de valores y creencias son de esperar después de la muerte
de un hijo.
8. Desearía
que no esperen que mi dolor dure 6 meses. Los primeros 6 años serán
excesivamente traumáticos para nosotros. Al igual que los alcohólicos, nunca
estaremos "curados" sino en continuo tratamiento.
9.
Desearía que entendieran las reacciones físicas de mi dolor, puedo ganar
o perder peso, dormir todo el día o no hacerlo, desarrollar algún tipo de
enfermedad o me vuelva propensa a los accidentes producto de mi dolor
10. El
cumpleaños de nuestro hijo, el aniversario de su muerte y las fiestas son
fechas terribles para nosotros. Desearía que nos dijesen que tienen a nuestro
hijo presente. Si nos ven quietos o retraídos, sepan que estamos pensando en
nuestro hijo, no traten de forzarnos a estar alegres.
11. Es
normal y bueno que la mayoría de nosotros reexaminemos nuestra fe, valores y
creencias luego de perder un hijo. Nos haremos preguntas de cosas que nos han
enseñado a lo largo de nuestras vidas y con fe y esperanza llegaremos a un
nuevo entendimiento con nuestro Dios. Desearía que me permitieran cuestionar mi
religión sin hacerme sentir culpable.
12.
Desearía que no me ofrecieran tranquilizantes. Estos son remedios
temporales y la única manera que tenemos de sobreponernos al dolor es
experimentándolo. No podré sanar si no siento la herida.
13. Desearía que entendieran que el dolor cambia
a las personas. No soy la misma persona que era antes de la muerte de mi hijo y
nunca lo seré. Si esperas que sea la misma de antes te frustrarás. Soy una
criatura nueva, con nuevos pensamientos, sueños, aspiraciones, valores y creencias.
Por favor traten de conocer al nuevo yo, tal vez aún les agrade.
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